Por.-
Alfredo Calva
Lozano,
torpe propuesta
Este
planteamiento ya ha sido mencionado por Gregorio Barreto, sin que la subiera a
la tribuna legislativa, por lo incongruente, sin embargo, el día de ayer en la sesión
del congreso el diputado Lozano Pérez, pretendió echarle una manita a su colega
y se aventó la puntada de pedir al pleno semejante estulticia.
Las bases
con las que sustentan Barreto y Lozano tal aberración son, que la duplicidad de
vehículos que prestan el servicio de transporte público, se genera con o por la
intervención de dos órdenes diferentes de gobierno, el estatal y el municipal,
debido a que el municipio otorga el permiso para operar el servicio público de
transporte de pasajeros en las diversas modalidades de taxi y el Estado es el
que asigna las placas de circulación.
El
legislador Lozano Pérez señalo, que en muchas ocasiones el Estado no cuenta con
placas suficientes para ser entregadas a los permisionarios de este servicio
público, lo que provoca que circulen con un permiso provisional pegado en el
vidrio del vehículo, lo que facilita la falsificación y la duplicidad de
números económicos.
Concluyo tan
diáfana e ingente exposición el vocero de Barreto, estableciendo que, al
centralizar en los ayuntamientos la entrega de placas y licencias para
choferes, permisionarios y concesionarios del servicio de transporte público,
los gobiernos municipales contarán con un mejor control sobre los vehículos y
personas que prestan este servicio dentro de su localidad y con ello mejorará
la seguridad de los pasajeros y la calidad del servicio.
Por tan
sublime análisis realizado y presentado por el diputado Lozano, es ahora que me
cuestiono, ¿entonces lo de la clonación y duplicidad de unidades en el
transporte público no se debe a la colusión existente entre líderes y
funcionarios públicos municipales, sino a la exagerada burocracia por la que
deben de transitar los dueños y trabajadores del transporte urbano de pasajeros
en cada uno de los municipios?.
¿Especialmente
en el gobierno del estado?.
Y la conclusión
a la que arribo es, que la propuesta es una atonía mental.
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