Chivas y Monarcas empataron a un gol, y
al igual que ocurrió en las tres apariciones anteriores de los rojiblancos, solo se muestran durante algunos espacios del encuentro como un equipo poderoso y capaz de superar a sus rivales.
Sin embargo, en esta ocasión, el tramo de encuentro sin aparecer en el campo se vio sumamente superado por la cantidad de inconsistencias y graves errores que influyeron directamente en el marcador.
Los contrastes del futbol de Chivas son muy marcados, pues Guadalajara pasó de jugar unos primeros 30 minutos de bajo nivel, a terminar combativo y buscando el arco contrario, al buscar una victoria que sigue sin encontrar.
Durante los primeros 25 minutos del encuentro, la defensa de Guadalajara sufrió cuando los atacantes de Monarcas filtraron pelotas a sus espaldas, y la defensa rojiblanca evidenció muy pronto sus carencias. Sabah, Joao Rojas y Carlos Morales se encargaron de evidenciar dichas carencias.
Al 33’, como producto del mal futbol mostrado por los de casa, Monarcas se puso adelante tras el cobro de un tiro de esquina de Carlos Adrián Morales, desde la derecha; la defensa rojiblanca, adormilada por completo, perdió la marca de los ofensivos michoacanos, que Mauricio Romero consolidó con el gol tras el sólido remate de cabeza.
Chivas tuvo la oportunidad de empatar el marcador al 40’, pero Reynoso la desperdició. El árbitro José Alfredo Peñaloza cobró un penal riguroso a favor del Guadalajara, luego de que con cierta imprudencia, Joel Huiqui buscó por arriba una pelota dividida, pero Xavier Báez se agachó, con lo cual provocó que el defensa lo derribara y se decretara el penal. Héctor Reynoso se encargó de errarlo, al patear a media altura, casi al centro, sin muchos problemas para el argentino Federico Vilar.
Lo peor parecía venir para Chivas, pues al 53’, Jesús Sánchez debió salir del campo tras una severa lesión que sufrió al caer al césped con todo el peso de su cuerpo, dislocándose el hombro izquierdo.
Para colmo de males, al 70’, Rafael Márquez Lugo fue expulsado, ya que, según el criterio del árbitro, el atacante rojiblanco golpeó al zaguero de Monarcas, Mauricio Romero, luego de que ambos fueran a disputar la pelota en el área de los michoacanos, cometiendo un error de apreciación, pues ambos jugadores fueron en la búsqueda de la pelota.
Cuando parecía que no habría solución al embrollo en que Chivas estaba metido, al minuto 80’, Omar Arellano recibió de pecho tras el cambio de juego, se acomodó y centró templado al corazón del área, donde Xavier Báez ‘cuchareó’ la pelota para desviarle la trayectoria a la pelota e impedir que Federico Vilar alcanzara a tomarla.
Chivas terminó rescatando un empate, pero la distancia que lo separa del fondo de la tabla general no es tan amplio, ya que Puebla, Querétaro y Jaguares son los últimos de dicho rubro, acumulando así, un encuentro más a los once partidos oficiales que el Rebaño ya acumulaba sin conocer la victoria.
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