Cero Grados.-El hecho de lograr, después de meses de gestiones y de múltiples peticiones
que el albergue conocido como El Alacrán tenga agua por tubería resulta una
noticia que se opaca por la impresionante cantidad de deficiencias que las
integrantes del Comité Estratégico de Ayuda Humanitaria atestiguan todos los
días mientras realizan su trabajo. A casi cuatro meses de creada, esta
agrupación reconoce una situación que cada día es más complicada, y que solo se
podrá atender con voluntades coordinadas.
Al
respecto Adriana Reyna, comenta: claro que hay avances, pero son lentos…Sostuvimos una reunión
con la Dirección de Atención al Migrante Municipal y los representantes de los
albergues en donde se trataron varios
puntos, pero el tema principal fue la
falta de recursos económicos para el
pago de los servicios de agua, luz y gas.
Algunos representantes de albergues mencionaron - incluso- la posibilidad de cerrar ante la falta de
apoyo institucional no sólo para el pago de servicios sino también para el
abastecimiento de alimentos Por un lado
se avanza en el dialogo y por el otro somos testigos de cómo avanza la
desesperación de quienes están al frente de los albergues y no se diga de los
migrantes”.
De la reunión se
obtuvieron compromisos importantes, afirma Reyna, como por ejemplo que la Dirección se
comprometió a gestionar que se condone el pago o se subsidien los
servicios a los albergues mientras dura la contingencia migratoria.
Por otro
lado se habló también de posibles casos de corrupción que los mismos migrantes
han denunciado y se propuso la necesidad del acompañamiento por parte de la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos en los procedimientos.
Hablar de
estos temas era urgente, y algo que acordamos es que el desabasto de alimentos es uno de los
temas más sensibles.”
Pero también nos
preocupa que por ejemplo de un total de
34 albergues - 5 sean centros de rehabilitación contra las adicciones o para
tratamientos de personas con VIH, 12 son albergues tradicionales enfocados
atención al migrante y 17 son
organizaciones religiosas convertidas en albergues temporales; es decir- la mayoría son espacios que por su naturaleza
no cuentan con las herramientas necesarias; pero además algunos como los centros de
rehabilitación son espacios que no
deberían de convertirse en albergues, eso es definitivo, señala Soraya Vázquez
Al contexto tan
complicado ahora se suma, la incertidumbre respecto al futuro inmediato con la
toma de posesión de Donald Trump que
también ha generado estrés colectivo en los albergues.
Las condiciones han
cambiado y para las personas que han llegado en los últimos día, les están
dando su cita hasta mayo lo que se traduce en una espera de 3 meses , explica
Soraya Vázquez: “ no observamos que el gobierno federal este pensando o
trabajando una estrategia para atender
la situación.
Es evidente que se requiere
de un programa integral que brinde también asistencia legal, médica y
psicológica además implementar un permiso de trabajo temporal que permita a los
migrantes ser autogestivos y aliviar la crisis de desabasto”.
Además el Comité tienen conocimiento de que se han
incrementado los casos de migrantes haitianos y africanos que deciden
regularizar su situación en México y ni siquiera existe aquí una oficina de la
Comisión Nacional de Atención a Refugiados que facilite el proceso”.
Ante la situación
consideramos que las autoridades locales y estatales deben crear un frente
común y solicitar directamente al gobierno federal la implementación de una
estrategia de ayuda humanitaria con recursos suficientes y capacidad instalada.
Se requiere que el gobierno reconozca la urgencia, pero que además se documenten, se informen y
repliquen en base a experiencias similares en otros países. Es una situación
muy complicada pero sabemos que con un protocolo por parte del gobierno podemos
avanzar de forma más eficiente, concluyen las voceras del Comité.
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