Cero Grados.-La diputada federal Nancy Sánchez Arredondo lanzó un “ya basta” a las amenazas de prohibiciones y vedas por parte de organizaciones ambientalistas que se arrogan derechos que no les corresponden.
“No es con amenazas y decisiones unilaterales de organizaciones internacionales, como el Cirva o la AWI, como se van a recuperar las especies en peligro de extinción en el Golfo de California”, puntualizó.
Ya basta, subrayó, de amenazas y que se amedrente al país con prohibiciones y veda pues no son decisiones de manera unilateral ya que para eso existen Inapesca y las autoridades pesqueras, que son las dirán qué es lo que sigue y cómo se desarrollará la pesca en el alto Golfo de California.
Y afirmó: “No pueden tomar decisiones unilaterales en un mar que no es de ellos”.
La legisladora federal señaló que nadie está en contra del cuidado y la preservación de las especies marinas, pero existe un bien superior que está en el bienestar y la supervivencia de los pescadores del Alto Golfo de California.
“Todo a favor del cuidado de la vaquita marina y la totoaba, sí, pero nada en contra del interés, el bienestar y la vida de los pescadores de San Felipe, Golfo de Santa Clara y todos los poblados que dependen de esta actividad”, sentenció.
La legisladora federal lamentó que organizaciones ambientalistas intenten presionar a las autoridades mexicanas para mantener una veda permanente a la pesca en el Golfo de California, pues una acción de ese tiempo vendría a acabar con poblaciones enteras cuya vida depende de la pesca y su comercialización.
Advirtió que estará siempre del lado de los pescadores y se sumará a su lucha para que se les permita regresar a la pesca, conscientes de su responsabilidad también en el cuidado de las especies.
“Entendemos la preocupación y sabemos de la importancia de mantener el equilibrio en el ecosistema del Golfo en el que la vaquita marina es un eslabón importante, pero antes de tomar una decisión como es el ordenar la veda permanente tenemos que esforzarnos por encontrar otras alternativas”, señaló.
Habrá que usar más la tecnología, sugirió.
La legisladora federal hizo un llamado a las organizaciones ambientalista para que escuchen las experiencias de los pescadores de San Felipe, en Baja California y los del Golfo de Santa Clara, en Sonora, que son quienes tienen el verdadero pulso de los que pasa en las aguas del Mar de Cortez.
Señaló que está plenamente documentado que la pesca de curvina no tiene ningún a interacción con la vaquita marina y aseguró que de acuerdo con los expertos actualmente no existe ninguna pesquería autorizada con redes de enmalle o “agalleras” como argumentan los ambientalistas.
Sólo basta, dijo, escuchar las historias de docenas de familias de pescadores que tuvieron que abandonar sus casas, o los pequeños empresarios que dejaron sus comercios, sus industrias y todo aquello que lograron levantar a través de los años de trabajo continuo, para emigrar a otros lugares en busca del sustento e iniciar de nuevo.
Si bien, recordó la diputada Sánchez Arredondo, durante estos dos años de veda temporal que termina en abril próximo el Gobierno Federal subsidió de alguna manera a los pescadores afectados, lo que los hombres del mar quieren es regresar a su actividad para recuperar su vida y reencontrarse con el Golfo.
“Su orgullo es regresar al mar, son gente de bien que respetan a la naturaleza y que protegen a las especies porque de ello viven. Los pescadores furtivos son otros y contra ellos se debe de actuar”, puntualizó.
El problema de la pesca ilegal de totoaba, subrayó, es un tema de inspección y vigilancia a cargo de la Secretaría de la Marina y la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente, en coordinación con la Comisión Nacional de Pesca.
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