miércoles, 9 de mayo de 2018

Expediente Político

Por.- Alfredo Calva


El engaño (II parte)….

En la entrega del pasado diez de abril, comentamos sobre la certinidad que tuvo la legisladora federal, Cinthya Giselle García, al señalar al Teniente Coronel, Julián Leyzaola, como un hombre que ya había sido cooptado por la ambición generada en su actuar político que lo hizo presa fácil de los entes corruptores de ese medio al encontrarle el modo de hacerlo bailar a su son.


Por lo que ahora queda claro el enredo que generó en acuerdo con la dirigencia nacional del PES para hacer creer a los ciudadanos que el militar iba pero sin ir, como candidato a diputado federal por el distrito electoral VIII, siendo acompañado en la fórmula por el ex priísta Héctor Cruz, y en que la comparsa involuntaria en este vodevil fue el INE.



A pesar de que el órgano rector de la elección federal confirmó el registro de Leyzaola Pérez en el distrito VIII bajo las siglas del PES nacional, y en la suplencia a Héctor Cruz, el militar en situación de retiro cínicamente lo negó, “acusando” al partido político  de haber abusado de su buena fe y confianza, y mientras, con fingida inocencia su suplente hacia campaña usando su nombre e imagen para la consecución de votos.

Pero la verdad siempre emerge y expone las vericuetos por muy torcidos que estos sean, y en el caso que nos ocupa, indican que Julián Leyzaola estuvo de acuerdo con asumir la candidatura, y su nombre lo puso a la disposición del PES para llevar agua a su molino y solo ellos conocen a cambio de qué, eso si, tratando de guardar las apariencias y fingir que Leyzaola Pérez seguía firme en su postura de no buscar candidatura alguna, hasta el próximo año en la contienda local.

Lo anterior, pone de manifiesto que lo expresado por la diputada federal Cinthya Giselle García, de que el militar ya sucumbió a las mieles y prebendas que la política ofrece a quienes mantienen capital político que puede ser explotable y redituable, como era el caso del Teniente Coronel, es cierto, y que de nada les sirvió la farsa creada para tratar de proteger su pregonada cantaleta de que no le interesa ninguna posición o cargo que no sea la alcaldía de Tijuana, intentaron hacerlo sin hacerlo ver como un político más, buscando impactar en los electores con el nombre y la virtual imagen de Leyzaola para conquistar los votos que con la figura de Héctor Cruz no pueden obtener.

Con esta acción, Julián Leyzaola perdió lo único que lo hacia valioso y competitivo para cualquier partido político, a excepción del PAN, su palabra, quienes han estado al pendiente de la trayectoria del militar se percatan que al igual que los políticos que él criticó y señaló hasta de delincuentes, como a Jaime Bonilla Valdez, candidato al senado por el partido de Morena, ahora ya son sus asociados y realiza maniobras burdas para justificar lo que antes negó que llevaría a cabo.

Sin embargo, para los efectos que buscaban al planear toda esta novela política el PES y Leyzaola, su ahora si candidato a la diputación, Héctor Cruz, no le alcanzarán los votos para llegar a la cámara baja del Congreso de la Unión, ni aún con la sanación y bendición que el Mesías bananero, Andrés Manuel López Obrador, le aplicó durante el mitin que le organizaron en Tijuana los pejigreses encabezados por el tipificado de delincuente por el propio Leyzaola, y dirigente estatal de Morena, Jaime Bonilla Valdez.

El nuevo titular de la fórmula del PES en su alianza con Morena a la cámara de diputados, Héctor Cruz, es un ente cuya imagen pública es la de los que son mal agradecidos con quienes le han brindado la mano brindándoles la oportunidad de trabajar y tener un estatus laboral superior al de la mayoría de los ciudadanos, como lo hizo en su oportunidad con el ex alcalde Carlos Bustamante y posteriormente con David Saúl  Guakil, quienes lo protegieron y apoyaron y en recompensa recibieron su traición.

Héctor Cruz no tiene la capacidad ni el perfil para poder representar dignamente a los residentes del VIII distrito electoral, lo anterior, sin contar su escasa empatía que despierta entre los posibles electores, aunado a la nula presentación de propuestas de trabajo legislativo a desarrollar en el caso de que el voto le hiciera llegar a la diputación, ya que al igual que el resto de los abanderados de Morena y el PES, solo recitan los evangelios de su Mesías bananero, Andrés Manuel López Obrador, así que su cosecha de sufragios se avizora escasa.

Finalmente, y a manera de corolario para quienes aún dudan de la doble moral de Leyzaola Pérez, el INE lo mantiene en sus registros como candidato a la diputación federal por la vía de los plurinominales en el primer sitio de la primera circunscripción, siendo su suplente, Javier Castañeda Pomposo, y al igual que en las candidaturas distritales, el candidato debe de firmar los formatos que para tal efecto entrega el organismo a los aspirantes y dirigentes de los partidos.

Y mientras tanto….
Los candidatos a diputados por el VII distrito, Adriana López Quintero, Erik Morales y Juan Ramón López Naranjo, berrean incongruencias ante los residentes de esa demarcación, Julio Valencia Macfarland del Verde Ecologista, conoce la problemática real de ese distrito.


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