Cero Grados.-Marco de la O tiene 40 años y ha sido actor durante más de
20, pero su interpretación de El Chapo para la serie de Netflix lo catapultó de
forma irreversible.
El actor, chilango de
nacimiento pero registrado en Tecpan de Galeana, Guerrero, fue uno de los
invitados de honor al Baja International Film Festival y contestó el
Interrogatorio Milenio.
¿Qué prefieres tener junto a la cama?
A mi esposa y a mi hija.
Si no hicieras lo que haces ¿a qué te dedicarías?
Psicólogo, es lo mismo, tenemos que interiorizar al ser
humano, es un poco parecido a la actuación, pero sin interpretar porque tenemos
que entender al ser humano.
Al principio a mi mamá le dio miedo, cuando vio el resultado
le dio más miedo y cuando salgo a la calle y la gente me saluda y se toma fotos
conmigo me dice: “mira, la gente sabe que eres un actor y les gusta tu
trabajo”. Ahí es cuando se relaja.
¿La peor y mejor serie que has visto?
No hay peores ni mejores.
¿Te gusta o no te
gusta?
Como actores no podemos criticar a los compañeros porque
sabemos lo que implica hacer una serie o película.
Hay unas que me
encantan y otras que no me gustan, pero no quiere decir que sean malas,
simplemente que no me gustan.
¿Qué papel te negarías rotundamente a hacer?
Ninguno, creo que soy un actor y para eso me preparé, para
poder interpretar al ser humano.
El ser humano tiene
diferentes características, formas de ser.
Es lo divertido,
haría mujeres, hombres, gays, presidentes, narcotraficantes, buenos, malos,
para eso estamos entrenados.
¿Sobre qué personaje histórico o ficticio te gustaría
actuar?
Me gustaría hacer algo más relajado, un poco de comedia,
porque me encanta.
Podría ser una
bioserie de Hugo Sánchez, algo de futbol.
Quiero hacer algo más relajado o un sitcom.
Un personaje histórico, me gustaría hacer a Shakespeare, me
encantan sus obras, tratar de hacerlo de algo más biográfico para que la gente
conozca más de la vida de este autor
¿Harías otra serie o
película similar a El Chapo?
Depende de qué tipo
de personaje sea, de la historia, pero si se refieren a si haría a otro
narcotraficante… Sí, para hacer un cambio rotundo, un personaje completamente
diferente y demostrar de qué estoy hecho y demostrarme a mí mismo que puedo
cambiar dedicándome a lo mismo en la ficción.
¿De qué ciudad eres?
Nací en la Ciudad de México, pero mis papás me registraron
en Tecpan de Galeana, Guerrero, porque ellos son de allá.
Llevo sangre
guerrerense, pero nací en la Ciudad de México.
¿El peor de tus gustos culposos? Las galletas, las donas y
tuve que subir 20 kilos para El Chapo y estoy tratando de bajarlos.
Todavía me faltan
cinco kilos, pero no puedo dejar de comer pan… y el chocolate.
¿Tu primer trabajo?
De valet parking.
Cuando estaba estudiando actuación en Madrid y se me acababa
el dinero que mi papá me mandaba, tenía que buscarme la vida.
Me metí a un restaurante chino de Madrid.
Recuerdo que agarraba los coches, un Ferrari y me daba la
vuelta por la calle.
¿Te gusta el
chemo?
No. Cuando uno es joven y actor quiere probar todo para
experimentar y poder interpretar cosas en ficción, pero yo soy un tipo muy
normal: no fumo ni mariguana ni ninguna droga.
Me tomo una copita y una cervecita con mis amigos o un
vinito en casa con mi esposa para comer nada más.
¿Un miedo irracional?
No volver a ver a mi
hija nunca, o que se muera ella antes que yo.
¿A ti te dio miedo
interpretar al Chapo?
Lo pensé, pero dije “alguien tiene que hacerlo”.
Si no lo hacía yo lo iba a hacer otra persona.
Suelo no subir a mi hija, a mi familia a las redes sociales,
por precaución.
Sí me dio miedo, pero era la oportunidad de mi vida.
Me tenía que subir al
tren.
¿Has tenido contacto
con El Chapo o conoces a alguien de su familia?
No, nunca he tenido contacto.
No sé si les gustó o no.
Espero que sí.
Fue un producto con
mucho respeto, profesionalismo, que quiere mostrar a un ser humano, sin hacer
apologías de nadie. No queremos hacer a una persona que la gente diga Yo quiero
ser como él.
Queremos mostrar la
realidad para que la gente tomara su propio juicio.
Yo, como actor, no
juzgo a mi personaje.
¿Un talento oculto?
Corro muy rápido.
Siempre ganaba en velocidad en la escuela.
Soy malísimo para cocinar.
Manejo muy bien, según yo.
Mi esposa dice que
no.
¿En qué te pareces a El Chapo?
Lo perseverante.
Creo que era una
cualidad que tenía él, bien o mal utilizada.
Es un tipo inteligente, que luchó por ser el mejor del
mundo.
En qué situación o dónde, eso ya es bronca de él. Yo igual,
trabajé.
Durante muchos años para alcanzar mi sueño y lo logré, pero
ahora me va a costar más trabajo mantenerlo.
¿Mariguana en una palabra?
Viaje.
¿Si pudieras vivir con uno de estos capos, a quién
escogerías?
Al Capone, El Chapo o
Pablo Escobar. Al Capone, es un tipo más
retorcido.
Amnistía, ¿sí o no?
No.
¿El sexenio en una palabra?
El pasado, un
desastre.
El nuevo, esperanza.
¿Habrá cuarta temporada?
No, desde el inicio
se planearon tres temporadas.
Sería absurdo contar una historia dentro de una cárcel de
cuatro paredes, porque no pasa nada.
Al final de la entrevista, le pedimos que nos hiciera una
cara como Marco de la O y otra como El Chapo. ¿Puedes saber cuál es cuál?
Fuente: http://www.milenio.com
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