Cero Grados.-El mundo se puede dividir en dos tipos de
personas: los que pueden empinarse una botella de vino tinto sin ninguna
repercusión en la salud y aquellos que sufren un terrible dolor de cabeza con
beber solo una copa. El misterio que rodea a este último tipo involucra
entender los efectos de sustancias clave que se encuentran en una botella de
vino.
Resaca versus dolor de cabeza
Lo primero que debes saber es que existe una diferencia
entre un dolor de cabeza a causa de una resaca y un dolor de cabeza provocado
por el vino tinto.
En cuanto a las resacas, los síntomas incluyen dolor de
cabeza, náuseas, vómitos, sed y sequedad de boca, temblores, mareos, fatiga y
calambres musculares; suceden porque el cuerpo está procesando el alcohol que
bebiste en exceso. Según Scientific American, el vino es un tipo de licor que
puede producir “resacas severas”.
Por otro lado, el dolor de cabeza causado por el vino tinto
es diferente de la resaca pues no aparece por beber en exceso. Aquellos que
padecen migraña después de consumir vino tinto sienten el dolor cuando beben
una sola porción y generalmente se desencadena por la sensibilidad al vino.
“Una copa de vino tinto puede desencadenar una migraña si
eres sensible, pero probablemente no te cause una resaca”, explica Lawrence
Newman, neurólogo y director de la división de medicina para el dolor de cabeza
en la Universidad de Nueva York Langone Medical Center.
Los sulfitos tampoco son los culpables
Los vinos contienen distintos niveles de sulfitos, un
conservador con propiedades antioxidantes y antibacterianas. En Estados Unidos
las regulaciones implementan un límite para la cantidad de sulfitos que pueden
estar presentes en el vino: 210 partes por millón (ppm) para el vino blanco,
400 ppm para los vinos dulces y 160 ppm para el vino tinto. Cuando una botella
india en su etiqueta “contiene sulfitos” significa que tiene más de 10 ppm de
dióxido de azufre en ella.
Una leyenda urbana dice que los sulfitos son responsables de
los misteriosos dolores de cabeza, pero no hay evidencia científica que vincule
la conexión. Un neurólogo incluso afirmó que el vino blanco puede contener los
mismos niveles de sulfitos, si no es que más altos.
Entonces, ¿quién es el culpable?
La revista SELF informa que los taninos, el agente
estabilizante presente en las pieles, las semillas y los tallos de la uva son
probablemente los responsables de las migrañas.
En términos generales, el vino
tinto tiene una mayor concentración de taninos ya que la piel se conserva
durante el proceso de fermentación a diferencia del vino blanco, donde se
elimina. Hay algunos estudios que vinculan el consumo de alcohol con niveles
más altos de taninos y malas resacas, pero se necesita más investigación para
demostrar que los taninos son los únicos responsables.
El doctor Frederick G. Freitag, especialista en dolores de
cabeza y profesor asociado en el Colegio de Medicina de Wisconsin, dijo al
Chicago Tribune el año pasado que los taninos son responsables de las migrañas,
al igual que la tiramina, un aminoácido que se produce por el proceso de
fermentación del vino. Se sabe que esta sustancia de origen natural desencadena
dolores de cabeza por migraña en personas que no pueden descomponer el
aminoácido.
¿Hay una solución o remedio?
El periódico The Tribune informa que optar por vinos de
color más claro puede reducir los efectos, ya que el tono más claro significa
que hay menos taninos. También es útil beber dos tazas de café antes de beber
vino tinto, ya que esto restringirá los vasos sanguíneos y limitará las
migrañas. Por último, el consejo ancestral de beber agua mientras te tomas tus
copitas también puede frenar los efectos del vino tinto.
Fuente: https://www.animalgourmet.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario