De acuerdo a un análisis de la dependencia estatal, dentro de las comunidades que cuentan con las mejores condiciones para la práctica de esta actividad destacan Ensenada, San Quintín, Bahía de los Ángeles, San Felipe e Isla de Cedros.
En dichos destinos, a los que se agregan otros en condición de emergentes como Punta Banda, Eréndira, Santo Tomás y San Luis Gonzaga, se calcula que hay beneficios directos e indirectos para más de 10 mil familias.
En cuanto al porcentaje de visitantes aficionados a la pesca deportiva que llegan a Baja California, se estima que un 72% proviene de Estados Unidos, principalmente de California y Arizona, un 6% es de otras entidades del país, el 18% es de este mismo estado, y un 4% de Europa.
La cifra de 378 millones de pesos anuales está calculada en referencia al gasto diario promedio de un pescador deportivo, en razón de 7 mil 650 pesos diarios por hospedaje, alimentos y otras compras, así como el costo de viaje de pesca y el número de salidas de embarcaciones al año, incluyendo gastos de traslado.
Por lo anterior, se considera que esta actividad constituye una fuente importante de ingresos y contribuye de manera significativa a la economía regional y nacional.
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