Cero Grados.-El 9 de agosto cala en la memoria del exfutbolista mexicano Rafael Márquez. Ese día, a través de Internet y de sus abogados, se ensució la figura impoluta que había edificado como jugador internacional, uno de los más ilustres de su país. Una investigación de la Administración de Estados Unidos le implicó en una red de testaferros del narcotraficante Raúl Flores.
A un año de esa acusación, Márquez no ha podido esclarecer del todo su caso, sigue en la lista negra de la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EE. UU.(OFAC, por sus siglas en inglés). La Administración estadounidense señaló que nueve empresas del exjugador del Barcelona habían servido como vehículos para el lavado de dinero por parte de la organización criminal de Flores con presencia en Ciudad de México y en Guadalajara. Eso le ha impedido mantener cualquier tipo de relación con una empresa estadounidense y le niega el ingreso al país.











