Rosarito Informa.-El silbato y la posición del entrenador Jean Pierre Demenois eran la
referencia del esfuerzo de Roxana Islas. Giraban en sentido contrario en
la pista de madera canadiense del velódromo del CNAR, Centro Nacional
de Alto Rendimiento, lo que significaba que el objetivo de la pedalista
retrocedía.
El sonido y el técnico eran la referencia, las coordenadas,
que le indicaban cómo iba en relación con su objetivo; el lenguaje común
en el ciclismo de la hora.
Había entusiasmo en unos 200 espectadores
que alentaban el esfuerzo de la pedalista que cumplió con el
establecimiento de un nuevo récord mexicano en la agobiante prueba de la
hora: 41 kilómetros con 564 metros, distante de la plusmarca oficial de
la danesa Leontien Van Moorse quien tiene el registro oficial de 46.065
kilómetros el 1 de octubre de 2003 en Manchester, Inglaterra.
El 12 de diciembre de 1970 La Popis Muñiz en otro tipo de
bicicleta rompía la marca mexicana de la hora con 35.633.69. Recordemos
que la Unión Ciclista Internacional (UCI) tiene el reconocimiento de
récords con bicicletas standard y las de nueva tecnología.
Son dos épocas muy distintas y es necesario señalarlas porque
seguramente algunos aficionados podrían preguntarse cómo se puede
establecer un récord mexicano en la hora cuando ya lo hubo.
Esa discusión ya la resolvió la UCI con el notable esfuerzo que hizo
Eddy Merckx en México y enfrentarse posteriormente al esfuerzo de otros
pedalistas con el soporte de la tecnología.
Roxana Islas bajó fatigada con cierta dificultad de su vehículo de un
peso de 8.2 kilogramos, de fibra de carbono con un desarrollo de 52x15 y
paso de 7.40 metros, biela de 17 cm, tubulares de algodón de color
naranja, y ruedas de 68 cm de diámetro, de cinco aspas, la delantera, y
lenticular la trasera.
La prueba se inició a las 9:58 horas y concluyó exactamente a 64
metros del punto de salida después que Roxana Islas había recorrido 167
vueltas.
Dio cinco mil 616.75 pedalazos con una rapidez promedio de 11.545
metros en un segundo. Cada kilómetro lo recorrió a una velocidad
promedio de 1:26.6.
La pedalista fue auxiliada por el entrenador Jean Pierre Demenois,
preparador de la afamado francesa Jeannie Longo, ex plusmarquista
mundial de la prueba de la hora, y por el entrenador italiano Giuseppe
Grassi. Dos hombres de grandes conocimientos y experiencia en el mundo
del ciclismo.
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