Rosarito Informa.-La mexicana Beatriz Elena Veramendi Martínez, una ex agente de seguridad diplomática del Departamento de Estado, fue detenida el 4 de diciembre por elementos de la Procuraduría General de la República (PGR), acusada de delincuencia organizada.
Según el diario Reforma, Veramendi Martínez trabajó cuatro años para la Embajada de Estados Unidos en México, incluso, fue premiada por el embajador Carlos Pascual. Su detención tuvo lugar cuando realizaba actividades de buceo en La Paz, Baja California Sur.
Veramendi, quien en 2008 fuera secretaria particular del ex subprocuradorNoé Ramírez Mandujano, actualmente procesado por presuntos nexos con el narcotráfico, fue arraigada durante 20 días luego que un testigo protegido identificado como “Jennifer” dijo haber “escuchado” que ella guardaba el dinero que presumiblemente cobraba su jefe, de acuerdo con la indagatoria SEIDO/UEITMIO/408/2012.
“Jennifer”, el testigo estrella de la “Operación Limpieza” de 2008, dijo a la PGR que escuchó decir eso al abogado José Antonio Cueto, acusado de ser el gestor de las relaciones públicas de la organización criminal de los Beltrán Leyva. Aunque hasta el momento, no ha podido ser corroborado ya que Cueto se encuentra prófugo de la justicia.
Este es el primer caso relevante de la administración de Jesús Murillo Karam, al frente de la PGR, aunque corresponde a una indagatoria que se inició en la gestión de Marisela Morales, de quien Veramendi también fue secretaria particular en la Coordinación General de Investigación.
De 36 años y originaria del Distrito Federal, la ex agente declaró ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) que cuatro agentes de la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) le pidieron el 9 de noviembre colaborar y ser testigo protegido en una nueva investigación contra Ramírez Mandujano, de acuerdo con conocedores del caso.
Aunque ella dijo no saber nada, según se informó, los agentes le advirtieron que contaban con un testigo que declaraba en su contra.
Veramendi manifestó a la PGR que, a pesar del amago, insistió en que desconocía cualquier ilícito de su ex jefe y ese mismo día le fue rescindido su contrato en la Embajada estadounidense.
Contra el ex titular de la SEIDO existe una nueva averiguación previa en la que Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, operador de los Beltrán Leyva extraditado este año a Texas, afirma que le pagó fuertes sumas de dinero a cambio de proteger a su grupo delictivo.
Ramírez Mandujano fue detenido en noviembre de 2008 y luego encarcelado con base esencialmente en los dichos de “Jennifer”, quien en aquella época nunca mencionó a su secretaria particular.
Cuando se suscitó la detención del ex subprocurador, Veramendi llevaba siete meses fuera de la SEIDO, pues ingresó como secretaria particular de Ramírez Mandujano el 1 de enero de 2007 y renunció a la dependencia el 15 abril de 2008, informaron funcionarios federales.
El 28 de mayo de 2008, el Congreso de la Unión concedió a la ex funcionaria el permiso para prestar servicios como investigador en la Embajada de Estados Unidos, como agente de seguridad diplomática, adscrita al Departamento de Estado.
Para ocupar esta plaza, los estadounidenses la sometieron a diversos exámenes de control e investigaciones sobre todo tipo de aspectos, tanto laborales como financieras y de relaciones personales; sin embargo, no hallaron un dato o indicio negativo relacionado con su paso por la oficina de Ramírez Mandujano.
Debido a su desempeño, en septiembre de 2010 el embajador Carlos Pascual le entregó el premio al “Honor Meritorio” del Departamento de Estado, por su “dedicado servicio al Programa México de Investigaciones Criminales 20 8-2010 del Servicio de Seguridad Diplomática”, según documentos oficiales.
De acuerdo con una fuente allegada al caso, en la Embajada nunca tuvo problemas hasta junio pasado, cuando ingresó a laborar una ciudadana estadounidense que es esposa de un agente de la DEA y con quien tuvo roces laborales.
Veramendi, afirman quienes la conocen, no posee propiedades y renta un departamento en la Colonia San Rafael, de la Ciudad de México. Tampoco es o ha sido dueña de alguna sociedad mercantil ni posee acciones, y no tenía auto porque el que usaba, un Renault Clío, lo vendió en 70 mil pesos.
También precisaron que es titular de una cuenta Banamex de nómina, tiene deudas “normales” con sus tarjetas de crédito y no existen antecedentes de operaciones inusuales o preocupantes en sus cuentas bancarias.
La investigación contra la ex funcionaria está a cargo de Arturo Cortés, fiscal de la Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Indocumentados y Órganos, misma que consignó al ex subprocurador Ramírez.
De acuerdo con fuentes federales, la SEIDO pidió el arraigo por 40 días contra Veramendi, pero el juez especializado sólo concedió 20 días, pues no existe por el momento ninguna prueba adicional al dicho de “Jennifer”, como pueden ser el hallazgo de dinero o bienes que confirmen ingresos ilícitos.
El próximo 26 de diciembre, la PGR determinará si solicita la ampliación del arraigo, consigna el expediente o deja en libertad a la acusada por falta de pruebas.
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