jueves, 14 de marzo de 2013

Tertulia Política: Priístas corrosivos

Por Pedro Martínez Serrano

El candidato del PRI a la gubernatura del Estado, Fernando Castro Trenti está encarrilado en el riel del triunfo electoral, sin embargo, para llevar su proyecto a buen puerto, debe desmarcarse de priístas corrosivos, tanto como ladrones, cínicos y extorsionadores que, al amparo del cargo, han dañado a las ciudades a las que, y de las que, se sirven, se despachan y (como decía el pintoresco ex presidente panista Vicente Fox) copeteado.




Y es que tanto en Tijuana, como Ensenada, que el problema explotó hace unos días, por la asignación de contratos para renovar el alumbrado público, se evidenciaron negocios millonarios entre priístas distinguidos y representantes de las empresas contratantes.

En Tijuana, el hijo del presidente municipal, Carlos Bustamante Aubanel, ganó cientos de miles de dólares por una fingida modernización del sistema de alumbrado público en la ciudad que, al final, resultó un fraude millonario.

El membrete Industrias Sola Basics, con la que contrató el ayuntamiento, resultó un verdadero fraude, que miles de tijuanenses cuestionan y, del mismo, acusan al presidente municipal Carlos Bustamante Anchondo, por haber incurrido en las faltas de omisión o comisión, igual de graves.

En el colmo del cinismo, el desprestigiado alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante ofreció una conferencia en septiembre del año anterior, para justificar la ratería. Indicó entonces que el gobierno municipal ha atiende puntualmente todas las denuncias ciudadanas que hacen referencia a fallas en las nuevas luminarias.

Replica en Ensenada

En el puerto, en Ensenada el regidor priísta José Antonio Lomelí Sedano se contrató con la pandilla de defraudadores eléctricos, al servicio de los González Márquez y, con un maletín lleno de billetes, logró imponer el voto mayoritario del cabildo, para conseguir la concesión para la renovación de las luminarias a favor de la empresa jaliciense.

El que se presume como el enlace, el hombre fuerte, el operador estrella del candidato priísta a la gubernatura, Fernando Castro Trenti en Ensenada, resultó un vulgar ladrón, un corrupto empedernido que, por el momento, mientras no se desmarque de él, sólo arrastra, enloda el nombre del diputado federal con licencia que, por cierto, hasta hoy, mantiene al PRI más cerca que nunca de recuperar la gubernatura.

Las irregularidades que acusa el otorgamiento de la concesión, tanto como la escasa seriedad de la empresa contratada, motivó que el mismísimo presidente municipal Enrique Pelayo Torres, junto con otro regidor, votaron en contra del proyecto que, evidentemente, dañará la economía del municipio y, desde luego, el medio ambiente.

La desmedida ambición del regidor José Antonio Lomelí Sedano, lo llevó a contratarse con la empresa proveedora, con sede en Guadalajara, de la cual recibió dinero por adelantado, para convertirse en cabildero. En breve exhibiré los saldos de cuentas bancarias de familiares de Lomelí, para probar que la cantidad anticipada, supera los 250 mil dólares.

Para conseguir el apoyo de los integrantes del cabildo, el tal Lomeli Sedano ocupó dos métodos, el primero, repartir dinero y, el segundo, amenazar a sus correligionarios, con el argumento de que el candidato priísta, Fernando Castro Trenti tenía interés en favorecer a la empresa venida de Guadalajara.

Es compromiso de Castro Trenti resolver este asunto a la brevedad, ladraba a quien lo quisiera escuchar. El objetivo lo consiguió y así cumplió a quienes lo contrataron, para que la concesión de la renovación del alumbrado público se otorgara en forma por demás retorcida.
Lo anterior, estoy seguro, podría afectar seriamente en amplios segmentos de la sociedad porteña y tijuanense al candidato priísta, a menos de que se desmarque de ellos a tiempo. Lo contrario, enviará la señal de que los ladrones y corruptos están adentro.

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