jueves, 19 de febrero de 2015

El retraso a la verdad…

Comunicación Social, el oro del Congreso en manos de piratas.


Miguel ROJAS SALAZAR
 Hasta cien kilómetros de distancia fuera de la XXI Legislatura el hedor a corrupción llega, la pestilencia es ya exquisito perfume que perciben cotidianamente los diputados en su interior sin icomodarles.

Seguramente el diputado Francisco Barraza Chiquete, presidente de la comisión de Comunicación Social,   desarrolló un olfato superior o de plano nada de “a muertito” en la nauseabundez  su nariz a prueba  inolora.
Porque ya cuando va más cerca de la salida y lejano a su entrada detectó el chiquero que lo trompeaba, pero desea “embarrar” a los medios jodidos oportunistamente para enfrentar a “ La mafia de Comunicación Social del Congreso” vs el pobre periodismo de los pobres…    
Porque la iniciativa de ley para salvar al periodismo de la mafia de la legislatura que opera como sicariato de comunicación social es la eterna lucha de “David contra Goliat”, su objetivo peca de optimista como para trasponer muros indestructibles, se va enfrentar al consorcio televisivo, a los grandes capitalistas de la radio, a los diaristas que son patrocinados a razón de tiraje circulación, penetración, “influencia”, padrinazgo y rating, una sociedad anónima de poder.
Por esta razón creo humildemente que no sucederá, ojala me equivoque, pero a razón de no errar o caer en el pendejismo al cual soy alérgico, “la rebelión” contra la célula del Congreso que a través de Comunicación Social, tiene controlado el grupo Ensenada, con Claudia Agatón Muñiz, directora sin presencia física en su oficina , el diputado Armando Reyes Ledesma auto beneficiado en imagen y enriquecido junto  al “falso auditor” Manuel Montenegro,  son la tercia que   infiltran diputados para proyectarse hacerse ricos y/o explotar la bóveda de recursos del erario  sin reserva e impunidad.
Para atrapar esos ladrones y acabar con la corrupción debió investigar y solicitar pruebas además de las obvias e igual sintonía debía entender trasparentar y otorgar si no  equidad  si inclusión a medios hoy excluidos.   
 Era al revés, primero “profesionalizar” al periodista, entregar becas para que actualizara sus estudios o estudiara, desde ahí nacería la hiperfobia que a la inteligencia tienen todos los políticos, empero, Barraza Chiquete pretende eternizar su paso por la política, ese es el trasfondo del asunto, como lo hizo Claudia Agatón como diputada local con la ley del “chayote” una bandera que ondea hasta hoy más a su favor que en favor de los periodistas.
Es un hipersecreto a voces que la opacidad en el Congreso es negociable, es parte intrínseca de un lucramiento sistemático a tanto recurso disponible por periodo legislativo y renovado año con año.
La trasluz y verdadero contrapeso  es entregar a los 25 diputados una lamparita y que unánimemente enciendan hacia el oscuro túnel de Claudia Agatón y cómplices del robo perfecto, que empiece inductivamente de lo fácil a lo difícil, no deductivamente.  
Empero, "la panacea" de Barraza Chiquete, pretende igualar lo desigual, convertir en creíble lo increíble, subir al arca de Noé, a los arrepentidos,  y en su desfase apocalíptica,   hacer pobre al rico, que es atentatorio contra todos los intereses multiplicados  por ende, la utopía frente a otra utopía…Crear pobreza entre los ricos e inundar de riqueza a los pobres.
La realidad es definitiva;
 Hay periodistas que NO son periodistas y No periodistas que SI son periodistas
Más directamente; Hay periodistas sin título y títulos sin periodistas.  
De la percepción, la argumentación y la crítica  de un periodista nace la diferencia con el resto de comunicadores por la razón simple que son factores individuales que los hace diferentes a otras opiniones o razonamientos.
Por ello, para diferentes periodistas una misma realidad puede ser  analizada o criticada  de formas diferentes, lo que establece un modelo subjetivo.
Y lo ambiguo es lo que actúa  por uno y por otro lado, lo de doble sentido, incierto, lo equívoco, o admitir distintas interpretaciones.  Entre estas dos líneas entender a un periodista entre el mismo circulo lo hace harto difícil, fuera del círculo más complejo aun.
En Tijuana particularmente la densidad de información, el tráfico de  noticias de impacto cultiva un periodismo de clases, asociaciones, federaciones y colegios cada quien bajo su formato, su objetivo y sus relaciones diplomáticas con los gobernantes en turno de manera invariable.
La gama de sucesos y enriquecimientos sospechosos y desvíos del erario, fomentan una proclividad al nacimiento de  Periodistas políticos, políticos dueños de periódicos, periodistas pasivos –pertenecen a editoras con sueldo fijo- e independientes, que buscan y dependen de recursos propios. Entre estos últimos con la facilidad de abrir un medio web, transitan en el círculo diciéndose y creyéndosela que son “periodistas”, los que abaratan los que mediocretizan por “chayo” una rentabilidad de profesión apócrifamente.
Sin estudios, sin registro hacendario y sin oficinas hoy se puede ser periodista de la noche a la mañana un empirismo exprés, diferente al sinuoso y complejo camino que en ayeres existía con respeto a quienes legaron con su sabiduría y docta pluma verdadera enseñanza.
Nada increíble resulta que un solo periodista de Tijuana sin título, sea poseedor de casas terrenos, negocios, una línea inmobiliaria que presume ingresos extras y no de ayer en la mañana sino de varios anocheceres  de corrupción.
Otro periodista con estudios, dedicación, premios y trayectoria en varios medios vive en la infrapobreza. 
Desde esta perspectiva ¿hay justicia o existe injusticia?
Ninguna respuesta seria oportuna ni precisa, mucho menos cualitativa, se trata de entender el factor Universal que Marx profetizó  filosóficamente en su obra “El Capital”, la clase burguesa sobrevive de la más proletaria, la inteligencia y las relaciones trasladando el Marxismo al periodismo y sus “clases políticas” son la regla para alcanzar la separación entre lo mediocre y lo conspicuo.
El Capital es el valor de la información, el producto a vender el reportaje, la investigación o el artículo, una mercancía periódica y renovada, y el silencio es el valor adquisitivo de quien lo paga, de quien tiene el dinero sin importar que puede ser enemigo de la sociedad por corrupto, el funcionario cuyo recurso es impropio y el mismo estado confiscador de ataques a su sistema “intocable” con dinero del mismo pueblo que administra “lucrando”.
La mercancía no está al alcance de todos los periodistas, es la plusvalía a valor entendible entre quien osa mercantilizar el secreto y el destructor de la libertad de expresión, el demoledor de la noticia, el depredador del conocimiento que antes que  enriquecer a la sociedad, la sujeta al poder por encima de ética, moral y profesionalismo.
Esta regla tiene sus bemoles y en todo caso sus marcadas excepciones  cuando existe adjudicación de publicidad institucional  directa de gobiernos a medios a razón de ocultar bajezas, secretos y escándalos, el ejemplo en boga es Jorge Cornejo Manzo, aconseja “chayotear” a quien no le pegue a él y a su jefe el gobernante en turno.
Otro ejemplo impactante es Ensenada, un pueblo completo acallado desde el periodismo que oculta de Armando Reyes Ledesma y Claudia Agatón Muñiz, directora de C.S. del Congreso un amasiato inmoral, un triángulo extramarital entre la verdadera esposa del diputadillo y su “querida” a quien maneja como proxeneta. Siendo un delito la bigamia y un acto inmoral, a Armando Reyes Ledesma le alcanza para taparle la boca a todos los medios del puerto donde quiere ser alcalde.
 Y en ese mismo Municipio Brenda Valenzuela Tortoledo, la amante del exgobernador José Guadalupe Osuna Millán,   y varios funcionarios Panistas ,- por cierto se le vio “amarrada” literalmente con la visita de Oscar de la Vega Marín -, es candidata suplente a una curul fácil, la plurinominal. Ensenada es la cárcel, de la libertad de expresión, un dantesco espectáculo del silencio, a diferencia de los 4 municipios restantes,  en nómina del Congreso.
 No existe un parámetro que atraiga a la luz la oscuridad y sus matices subjetivistas para entender porque unos tienen publicidad y otros no, pocos tienen más, los más tienen menos, unos sin medios ni raiting solo con el secreto de la información valen lo que cobran, otros con inversiones estrategia y metodología de investigaciones “quiebran” .
Yo estoy de acuerdo con  La   iniciativa de Ley que pretende regular la contratación de publicidad oficial de los tres Poderes y los Ayuntamientos de BC. que presentó el pasado miércoles el diputado Francisco Barraza Chiquete, en desacuerdo estoy en que se involucre a falsos periodistas que sin nombres, solos se aluden escribiendo como artículos “boletines” , como crónicas sociales eventos culturales, como política un espejismo falso en su toilette.
 La “asignación, contratación y transparencia del gasto público en materia de comunicación social” que pretende esta iniciativa solo reforzara a quienes secuestraron el Congreso “periodísticamente” eligiendo a  rehenes de la mordaza, mientras se siga dando el periodismo descalificado.
Fehacientemente el grado de licenciatura en periodismo, fue  otorgado a unos 25 nuevos periodistas en el estado,  generación “apadrinada ” por Francisco Vega de Lamadrid, por increíble que no parezca  bastó solo cubrir un trámite administrativo, para calificar el acuerdo 286 que emitió la SEP aprobado el 5 de septiembre del 2013, sin haber un aula de por medio, para hacerlos “Licenciados en periodismo”.
 La licenciatura está avalada por la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, A. C., (Fapermex), en Tijuana existe una Asociación de periodistas que, empezando por el Presidente, no tiene estudios mínimos, ni es periodista, (¿?) No esta regularizado por un Instituto, ni obligado por gobernación a un registro, pero su influencia inhibe a los de su condición que aran los bueyes,  ahí es donde debe empezar la iniciativa de equidad no pedir a rio revuelto…
 AL PIE DE LA LETRA ¿Cuál es el maldito cambio?... ¿Más por menos o menos por más?   
El retraso a la verdad es la investigación que subestima lo privado…

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