Por.-
Alfredo Calva
Mirna
Rincón, reelección perdida….
La
forma en que Mirna Rincón Vargas obtuvo la candidatura para competir buscando
la alcaldía de Playas de Rosarito, fue gracias a la reforma electoral realizada
por los integrantes de la XXI Legislatura del Estado en la que se integro la llamada
Ley de Paridad y obviamente, a una decisión cupular de su partido.
La
suerte le sonreía en ese entonces a la hoy alcaldesa de Rosarito, porque además
de la nominación panista para buscar la alcaldía, se aparejaba a este hecho,
gracias también a la Ley de Paridad si ganaba la elección, poderse reelegir en
el cargo, posibilidad que a través de sus cuasi quince meses de gestión fue minando hasta
desaparecerla.
El
gobierno desarrollado por Rincón Vargas desde los primeros días se caracterizó
por notoria ausencia de liderazgo, capacidad y operación política de la edil, acciones
que erróneamente descansó descanso en un grupúsculo de individuos cuyas
habilidades solo consistían en ser excelentes lisonjeros, zalameros, de insanas
ambiciones personales y fuertes tendencias a la corrupción.
A
lo anterior, se suma el distanciamiento que mantiene con la militancia de su
partido, en donde no es apreciada por no considerarla integrante de la grey
rosaritense, al tipificarla como una panista tijuanense que vino a ocupar un
espacio político que no le correspondía, lo que ha generado una relación álgida
con sus partidarios, quienes han sido severos críticos soterrados de su gestión
gubernamental.
Su
falta de liderazgo no ha permitido al interior del gobierno tener la cohesión
necesaria para transitar armoniosamente en el ejercicio gubernamental, estos
meses han sido de tropiezos y desaciertos en la aplicación y ejecución de las
políticas públicas, lo que le ha resultado en la integración y conformación de
cotos de poder autónomos que han hecho con sus responsabilidades y facultades,
dependencias generadoras de sustanciales ganancias extraoficiales, bajo la
complaciente mirada e indolente actitud de la alcaldesa.
A
esta inamovilidad permisiva se adiciona la similar actitud del Sindico
Procurador, Miguel Ángel Vila, quien a la par con Mirna Rincón han
institucionalizado la corrupción en el gobierno municipal, tema que debe de ser
tratado y expuesto en posteriores entregas, pero que han logrado con ello en
cuestión de corrupción, colocar su gestión por encima de las anteriores
administraciones.
Y
para complementar la ecuación de la deficiente y corrupta administración que
preside Mirna Rincón Vargas, hay que añadir la variable que representa la decadente
e inútil labor de los titulares de la dirección de comunicación social que ha
tenido, Manuel Meraz a quien despidió a finales de año pasado e Ivan Hiram,
actual titular, quien por cierto fue el responsable de esa misma área durante
la campaña electoral, ambos, carentes de la capacidad necesaria para llevar a
cabo una tarea que es imperante realizar en pos de minimizar y en las más de
las veces, maquillar los yerros cometidos y en los que incurre un día si y el
otro también Rincón Vargas y subordinados.
Lo
anterior obviamente tiene sus consecuencias negativas que se reflejan en el
repudio ciudadano hacia la administración de Rincón Vargas, la imagen y
credibilidad de la alcaldesa esta en los niveles más bajos en las encuestas de medición
que se elaboran y dan a conocer, el rechazo es ya franco y notorio, su
interacción con los rosaritenses ha y es un fracaso.
Esta
depreciación política ha causado que en el PAN ya no esté en su agenda la
reelección de Rincón Vargas, que ya estén observando otras opciones que les
permita ser competitivos en la elección del 2019, tomando en cuanta que, la
probabilidad de que por la referida ley de paridad en el municipio de Rosarito
de nueva cuenta coloquen a una mujer
como candidata a la alcaldía.
Nombres
de militantes albiazules rosaritenses ya se manejan en los pasillos de poder
del CDE panista, tales como Fátima Manríquez, América Soto, María Ana Medina y Lilian
Mendoza, para suplir la desgastada y rechazada figura de Mirna Rincón Vargas,
que les permita intentar mantener el gobierno municipal, hecho, que cada día se
ve poco probable.
Éste
proceso e historia apenas inicia.
Y
mientras tanto….
Los
tijuanenses ya integran sus grupos de autodefensa para proteger su patrimonio e
integridad física, ya que las autoridades por corrupción e incapacidad no lo
pueden hacer.
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