lunes, 19 de febrero de 2018

Expediente Político


Por.- Alfredo Calva


Mirna Rincón, reelección perdida….

La forma en que Mirna Rincón Vargas obtuvo la candidatura para competir buscando la alcaldía de Playas de Rosarito, fue gracias a la reforma electoral realizada por los integrantes de la XXI Legislatura del Estado en la que se integro la llamada Ley de Paridad y obviamente, a una decisión cupular de su partido.


La suerte le sonreía en ese entonces a la hoy alcaldesa de Rosarito, porque además de la nominación panista para buscar la alcaldía, se aparejaba a este hecho, gracias también a la Ley de Paridad si ganaba la elección, poderse reelegir en el cargo, posibilidad que a través de sus cuasi quince  meses de gestión fue minando hasta desaparecerla.



El gobierno desarrollado por Rincón Vargas desde los primeros días se caracterizó por notoria ausencia de liderazgo, capacidad y operación política de la edil, acciones que erróneamente descansó descanso en un grupúsculo de individuos cuyas habilidades solo consistían en ser excelentes lisonjeros, zalameros, de insanas ambiciones personales y fuertes tendencias a la corrupción.

A lo anterior, se suma el distanciamiento que mantiene con la militancia de su partido, en donde no es apreciada por no considerarla integrante de la grey rosaritense, al tipificarla como una panista tijuanense que vino a ocupar un espacio político que no le correspondía, lo que ha generado una relación álgida con sus partidarios, quienes han sido severos críticos soterrados de su gestión gubernamental.

Su falta de liderazgo no ha permitido al interior del gobierno tener la cohesión necesaria para transitar armoniosamente en el ejercicio gubernamental, estos meses han sido de tropiezos y desaciertos en la aplicación y ejecución de las políticas públicas, lo que le ha resultado en la integración y conformación de cotos de poder autónomos que han hecho con sus responsabilidades y facultades, dependencias generadoras de sustanciales ganancias extraoficiales, bajo la complaciente mirada e indolente actitud de la alcaldesa.

A esta inamovilidad permisiva se adiciona la similar actitud del Sindico Procurador, Miguel Ángel Vila, quien a la par con Mirna Rincón han institucionalizado la corrupción en el gobierno municipal, tema que debe de ser tratado y expuesto en posteriores entregas, pero que han logrado con ello en cuestión de corrupción, colocar su gestión por encima de las anteriores administraciones.

Y para complementar la ecuación de la deficiente y corrupta administración que preside Mirna Rincón Vargas, hay que añadir la variable que representa la decadente e inútil labor de los titulares de la dirección de comunicación social que ha tenido, Manuel Meraz a quien despidió a finales de año pasado e Ivan Hiram, actual titular, quien por cierto fue el responsable de esa misma área durante la campaña electoral, ambos, carentes de la capacidad necesaria para llevar a cabo una tarea que es imperante realizar en pos de minimizar y en las más de las veces, maquillar los yerros cometidos y en los que incurre un día si y el otro también Rincón Vargas y subordinados.  

Lo anterior obviamente tiene sus consecuencias negativas que se reflejan en el repudio ciudadano hacia la administración de Rincón Vargas, la imagen y credibilidad de la alcaldesa esta en los niveles más bajos en las encuestas de medición que se elaboran y dan a conocer, el rechazo es ya franco y notorio, su interacción con los rosaritenses ha y es un fracaso.

Esta depreciación política ha causado que en el PAN ya no esté en su agenda la reelección de Rincón Vargas, que ya estén observando otras opciones que les permita ser competitivos en la elección del 2019, tomando en cuanta que, la probabilidad de que por la referida ley de paridad en el municipio de Rosarito de  nueva cuenta coloquen a una mujer como candidata a la alcaldía.

Nombres de militantes albiazules rosaritenses ya se manejan en los pasillos de poder del CDE panista, tales como Fátima Manríquez, América Soto, María Ana Medina y Lilian Mendoza, para suplir la desgastada y rechazada figura de Mirna Rincón Vargas, que les permita intentar mantener el gobierno municipal, hecho, que cada día se ve poco probable.
Éste proceso e historia apenas inicia.

Y mientras tanto….

Los tijuanenses ya integran sus grupos de autodefensa para proteger su patrimonio e integridad física, ya que las autoridades por corrupción e incapacidad no lo pueden hacer.



    

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