Cero Grados.-Todo proceso creativo es una invitación para reconstruirse como mujer y como ser humano, coincidieron en señalar Silvia Galindo y China Lamadein, artista plástica y escultora, respectivamente, durante su participación en la Semana de la Mujer que se lleva a cabo en la Universidad de Tijuana CUT.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Silvia Galindo y China Lamadein impartieron la Conferencia Procesos Creativos ante un concurrido grupo de alumnos de las Licenciaturas en Arquitectura, Diseño Gráfico, Mercadotecnia y en Comunicación y Publicidad.
La primera en tomar la palabra fue Silvia Galindo Betancourt. Presentó dos proyectos: en el primero realizó una amplia investigación sobre la metamorfosis de la mosca y su similitud con los seres humanos; se trata de un libro de arte que ilustro con páginas de la enciclopedia Tesoro de la Juventud, en las que incluye diferentes interpretaciones del insecto volador. En el otro proyecto trabaja con plantas, remoja las hojas en tinta y al plasmarlas en una superficie busca que aparezca una figura. Hasta ahora ninguna de estas obras ha sido exhibido y, en fecha próxima, las presentará en la Galería Álvarez Malo en la Casa de la Cultura de Playas de Tijuana.
Galindo mencionó que en ocasiones se presentan espacios en los que no tiene ganas de pintar o dibujar, en esos momentos de bloqueo lo más recomendable es dejar fluir el tiempo, descansar y permitir que vuelva la inspiración, sin forzarla. “Siempre busco la forma de gozar y disfrutar lo que hago”.
Al ser cuestionada sobre por qué determinada pieza puede ser llamada arte, Silvia enfatizó “es arte porque lo digo yo” y, al mismo tiempo, explicó “todo lo que hacemos es parte de nuestra creatividad, es cierto que alguien tiene que seleccionar qué se puede exhibir y qué me reservo, que puedo romper porque no es lo que quiero proyectar o lo que quería decir. La realidad es que nadie sabe qué es el arte. Es simplemente algo que nosotros consideramos como tal y sale de nosotros”.
Por su parte, China Lamadein presento cuatro proyectos: Toy, se trata de una niña sicaria que “surge de una nota espantosa” sobre un niño sicario. Es una expresión artística que refleja el problema de la violencia en la sociedad mexicana. Donkey Girl, es otra escultura blanda que critica cómo los políticos tienen de rodillas a Tijuana. Presentó su propia interpretación de La Piedad de Miguel Ángel (Happiness is not for you my child); y My Hell, inspirada en la película Metrópolis de 1926. “Todos podemos ser pintores, dibujantes, adentrarnos al arte como una medio de expresión”, sostuvo.
Resaltó que a veces el arte es considerado como un acto de rebeldía porque a través de un proceso creativo “nos hacemos consientes de muchas cosas, de muchos miedos”. Toda obra de arte, dijo Lamadein, es difícil porque te sumerges en ella, es encerrarte en tú estudio para repasar, llorar y patalear. Y, al mismo tiempo, vas aclarando la vida, te sientes equilibrado, sano, más fuerte y empoderado.
“A mí me interesa mucho reconstruirme como mujer, como ser humano, cultivar mi conciencia y que el arte sea una herramienta, un arma para decir lo que me molesta o lo que veo que está mal en nuestra sociedad”, señaló.
“Yo soy tripolar”, sostuvo China, tras precisar que padece de una “locura estructurada” que le ayuda a entenderse y aceptarse como es. Es un ejercicio sano que permite descubrir su otro yo que también es fabuloso, que le permite sentirse siempre acompañada. “Cuando estoy triste o me caigo, surge la otra para tomarme de la mano y me dice lo chingona que soy”.
Al terminar su presentación, la vicerrectora de Operaciones y Recursos Financieros, maestra Yeni Marmolejo Mariscal, hizo entrega de unos reconocimientos a las invitadas especiales, a quienes agradeció por ser fuente de inspiración para los alumnos de la Universidad de Tijuana CUT.
No hay comentarios:
Publicar un comentario