Cero Grados.-La caravana de migrantes hondureños se tomó un
respiro este martes en Huixtla, ubicada en Chiapas, para descansar y hacerse
chequeos médicos, antes de reanudar su largo camino a Estados Unidos, a pesar
de las furiosas advertencias del presidente Donald Trump.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresó su
preocupación por la situación de los migrantes y dijo que ve con inquietud los
pronunciamientos de las autoridades estadounidenses, que califican la caravana
“como una amenaza a la soberanía y a la seguridad nacional, afirmando que este
movimiento de migrantes y solicitantes de asilo incluye a muchos criminales”.
Trump ha menospreciado el desempeño de la policía y el
ejército de México para detener a los migrantes y amenazó con cerrar totalmente
la frontera sur de su país para impedir que ingresen.
Durante su descanso en Huixtla, los hondureños aprovecharon
para nadar o dormitar alrededor del río, antes de enfrentar los 3 mil
kilómetros que les faltan para llegar a la frontera con Estados Unidos.
Para muchos de ellos, este es el primer día de reposo desde
que salieron el 13 de octubre de Honduras, empujados por la rampante inflación
y los asesinatos y secuestros perpetrados por pandilleros.
“La verdad es que el cuerpo ya se siente cansado, agotado, y
andábamos sucios”, dice Daniel Fernández, un joven albañil moreno de 25 años
que viaja con dos amigos.
Cientos de migrantes han claudicado en el camino y han
pedido volver a Honduras, mientras el gobierno de ese país aseguró el lunes que
dos miembros de la caravana murieron.
Fuente: https://lopezdoriga.com
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