Cero Grados.-Científicos del Instituto Politécnico Nacional
(IPN) trabajan en el desarrollo de una vacuna más eficiente contra el Virus del
Papiloma Humano (VPH).
A través de la producción de anticuerpos recombinantes como
una alternativa a las vacunas tradicionales, los especialistas del Laboratorio
de Biotecnología Molecular de la Upibi buscan prevenir que más mujeres mueran a
causa del cáncer cervicouterino.
68 millones de mexicanos carecen de servicios de salud:
estudio
De acuerdo al comunicado emitido por el IPN, el objetivo
final consiste en erradicar el cáncer de cuello uterino a nivel mundial y
disminuir las probabilidades de otros tipos de cáncer.
Juan Sebastián Herrera Noreña, de la Unidad Profesional
Interdisciplinaria de Biotecnología (Upibi), explicó que las otras dos vacunas
que se comercializan en la actualidad utilizan moléculas llamadas adyuvantes
que ocasionan efectos secundarios.
También es de notar que estas vacunas son eficaces siempre y
cuando se administran antes de que una mujer tenga actividad sexual.
Explica el doctor Herrera los puntos destacados de su
investigación:
La terapia de anticuerpos recombinantes reconoce al patógeno
o al virus y se une a éste y comienza una cascada de reacciones para que el
cuerpo genere una memoria como lo hacen las vacunas convencionales. La ventaja
es que se usan moléculas que produce nuestro sistema.
Para alcanzar esta meta, emplean anticuerpos en células de
mamífero de un modelo celular denominado CHO (Chinese Hamster Ovary). Al tener
un origen molecular humano, el anticuerpo no cuenta con ninguna reacción
desfavorable para el organismo.
¿Cuáles son los beneficios de los anticuerpos recombinantes
para combatir todas las versiones del VPH?
En primer lugar, generan un mejor rendimiento, superior al
índice de éxito actual que oscila entre 60 y 70 por ciento. También son capaces
de neutralizar a casi cualquier agente patógeno (virus, hongos o bacterias) y
detener el crecimiento de células anormales en el cuerpo.
No trabajamos directamente con el VPH, pero sí con las
proteínas que lo producen. Esas se pueden conseguir o producir de forma in
vitro y no son patógenas. Son proteínas que podemos trabajar fácilmente y
validarlas. A futuro cuando queramos validar el anticuerpo será con ratones o
conejos.
La investigación integrada por el doctor Herrera Noreña
recurre a la inmunoprecipitación para saber si los anticuerpos funcionan como
vacuna o método de diagnóstico. Esta técnica detecta y purifica proteínas, se
obtienen de las células donde se producen y se pasan por un gel. Luego se
elabora un anticuerpo que reconoce esta proteína.
Fuente: https://noticieros.televisa.com
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