Por.-
Alfredo Calva
El
PRI no está en crisis, está desecho….
El
hace cuasi dos décadas partido invencible, el PRI, vive una profunda crisis
nivel nacional, pero en Baja California, no está en esa situación, aquí
se encuentra peor, está desecho.
Tras
el huracán que paso sobre ese organismo en julio del 2018, y hago énfasis en el
tricolor, porque a diferencia del resto de los partidos que también fueron
arrollados por Andrés Manuel López Obrador y su Morena, era el instituto político
que detentaba la presidencia de la republica, su desmoronamiento fue superior a
la que padecieron cuando en el 2000, Vicente Fox y el PAN los votaron de los
Pinos, lo que les generó la peor crisis en sus más de ochenta años de vida.
Ante
los ojos de todo México, el PRI a batallado enormemente para poder salir de la Unidad
de Cuidados Intensivos (UCI) a donde lo enviaron Enrique Peña, José Antonio
Meade y el Peje, de hecho, aún se le puede considerar un partido con salud
política grave, pero estable en términos generales, así lo muestra y demuestra
su lucha interna para conseguir y lograr un cambio de dirigencia nacional
exitoso.
Sin
embargo, por lo que se refiere a los tricolores bajacalifornianos, los pocos
que quedan, no alcanzaron a llegar a la (UCI), la hecatombe electoral del mes
de julio, aunado a la pésima y nociva dirigencia estatal y a los liderazgos
corrosivos como el de Rene Mendivil, Jorge Hank y el “Diablo" Fernando
Castro Trenti, los deshicieron y ahora sus restos se encuentra esparcidos por los
cinco municipios en espera de que algún vivales los vuelva a utilizar para sus
fines particulares (Enrique Acosta Fregoso), o un ente de la fauna política de
otra organización pero con su mismo ADN tricolor, con corazón noble y
bondadoso, los rescate, sane y los envuelva en otra militancia.
Par
muestra un botón es suficiente, y Playas de Rosarito es un buen ejemplar de lo
anterior.
En
el quinto municipio los priístas se encuentran sueltos, desorientados y
asustados como una mascota en periférico, la elección de candidata a la alcaldía
fue una verdadera competencia de acarreados, como en los buenos tiempos, quien
resultó vencedora de la lid electiva, Raquel Casillas, no tuvo la capacidad de
ser y convertirse en un adhesivo que permitiera a la militancia priísta salir a
competir dignamente a la contienda constitucional.
Finalmente
sucumbió a los intereses personales y de grupos y negocio las primeras dos
regidurías, la número uno, con el Atila del sector obrero, Alfredo Amaro Mata,
y la segunda, para un grupo de empresarios del sector transportista.
Lo
anterior, impacto negativamente en el ánimo de las escasas militantes priístas
que creyeron en sus palabras de campaña interna, que, la selección de
candidatos integrantes en la formula que la acompañará en la constitucional
sería de manera consensuada con todos los tricolores.
Prometió
cambiar para no cambiar.
Ésta
particular situación del PRI rosaritense, y del resto de la entidad, hace
vislumbrar, a reserva de que mejoren, que no alcanzarán el porcentaje requerido
por la ley ele toral del estado, para permanecer como partido, su ventaja, que
es un organismo con registro nacional, pero, cuando menos en Rosarito, tal vez
ni regidor alcancen a colocar en lo que será el VIII Ayuntamiento.
En
junio lo sabremos.
Y
mientras tanto….
En
el municipio de Playas de Rosarito, la corrupción que genera la cruenta inseguridad
que viven diariamente los rosaritenses, empieza a tener rostro y nombre de
mujer.
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