Cero Grados.-Por instrucciones expresas del gobernador electo de
Baja California, Jaime Bonilla Valdez, la CESPT tendrá un manejo responsable y
eficiente, dejará de ser “caja chica” de gobernantes en turno y refugio de
“aviadores” o “consentidos”, dijo el propuesto director general Rigoberto
Laborín Valdez.
Expuso que, en su Plan de Trabajo, tomó en cuenta un diagnóstico
integral de planeación que se hizo en el 2009 con miras al 2030 y se actualizó
para el período del 2019 al 2040, que consiste en darle seguimiento a una serie
de tareas para garantizar el agua en calidad y en cantidad a la ciudadanía,
saneamiento de aguas residuales y depuración de las finanzas de la paraestatal.
Expresó que, independientemente de lo familiarizado que está con
el organismo, ha convivido y trabajado con directivos y personal de la CESPT,
posiblemente más de 20 años; le consta que se hizo un diagnóstico integral de
planeación por el 2009 donde se esperaba a una CESPT sólida y con finanzas
sanas de primera calidad; este diagnóstico se ha venido actualizando para poder
seguirlo, donde es una carta de navegación, que rumbo queremos el personal que
necesitamos, etc.
Considera Laborín Valdez que la próxima administración estatal
“podrá hacer una labor digna con la planeación y la experiencia que tengo,
daremos resultados muy rápido”. No pasa por alto el prolongado abandono en
obras y mantenimiento del Acueducto Río Colorado-Mexicali-Tijuana, intencionado
para justificar las inversiones en plantas desaladoras en las costas de Baja
California, que “no son el diablo”, pero serán analizadas como fuentes
alternas.
El próximo titular de la CESPT enumera los siguientes compromisos
principales para los primeros 90 días de su ejercicio, a partir del 1 de
noviembre:
• Tener al 100 %
operando el bombeo del Acueducto Mexicali-Tijuana.
• Saneamiento de
aguas residuales que escurren a las playas.
• Resolver el
suministro de agua al Plantel UABC-Playas de Rosarito.
• Depurar cobranza y
cartera vencida; no al “borrón y cuenta nueva”.
• Reconocer y
estimular el esfuerzo y la dedicación del personal.
• Devolver a la
CESPT el prestigio de excelencia administrativa y operativa.
• Preparar la
paraestatal para cuando se decida entregarla al municipio.
Y, recalca, “…el acueducto curiosamente quedó descuidado en los
pasados 6 años, de una manera impresionante, siendo la única fuente de agua
potable de la ciudad; hay pozos en la mesa arenosa y han sido vandalizados y la
atención que se le ha dado fue casi nula”, lo que se interpreta como una forma
de justificar los proyectos de las desaladoras bajo el esquema de las Asociaciones
Públicas Privadas (APPs).
“El acueducto está deteriorado y hay bombas en mal estado”,
enfatizó, “… realmente es sorprendente ver equipos de bombeo y otros, en muy
malas condiciones, cuando dependemos únicamente de esa fuente de agua, la del
Acueducto Río Colorado; esto nos hace pensar en buscar otras alternativas en un
futuro. Dependemos de comprarle agua a agricultores de Mexicali, y ¿por qué no?
pensar en la desalación como una alternativa en futuro…”.
Como factores en contra, dijo que se pierde mucho volumen, un
aproximado al 20% de agua en las redes de distribución por el deterioro en las
tuberías, conexiones y medidores, pero más grave es el descuido de los
ciudadanos que, por costumbres arraigadas, incurren en el “aguachicoleo”,
agravado por la negativa a pagar el consumo del vital líquido, sin considerar
que “el agua es gratis, pero lo que cuesta es traerla desde Mexicali”, por el
acueducto que actualmente está en malas condiciones y requiere de renovación de
bombas en la Planta Cero, al pie de La Rumorosa.
En cuanto a las plantas tratadoras de “aguas negras”, dijo tener
la suficiente experiencia para encontrar las soluciones pertinentes en las
instalaciones abandonadas, tanto a cargo de la paraestatal como de los
desarrolladores habitacionales privados, como son fraccionamientos o parques
industriales. De modo prioritario, pondrán remedio a las descargas de aguas
residuales que perjudican las playas del municipio de Playas de Rosarito, pero
también llegan a contaminar las playas de Imperial Beach, en el sur de
California.
Finalmente, se refirió Laborín Valdez a los altos gastos en
electricidad que la CESPT paga a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“…El último recibo fue de 120 millones de pesos en luz. Se alegran cuando
recaban esa cantidad, porque les garantiza que tendrán electricidad para seguir
operando. No puede ser que dependamos de una sola fuente de energía eléctrica”.
Buscarán fuentes alternativas, ya sea con una hidroeléctrica (a largo plazo) o
generadores propios de ciclo combinado.
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