jueves, 7 de noviembre de 2019

Expediente Político

Por.- Alfredo Calva 


Javier Salas: La corrupción en Vialidad….

Apadrinado por la empresa transportista
ALTISA, Javier Salas Espinoza, logró ser rescatado del fétida administración municipal anterior y ser retornado a su centro favorito de operaciones financieras conocido como dirección de Vialidad y Transporte, -aún bajo la responsabilidad del XXIII Ayuntamiento de Tijuana-, gracias a la recomendación del licencioso Román Aboytes  Hernández, flamante Secretario de Movilidad, recomendación que le fue sustancialmente agradecida a Aboytes por el protector de Salas Espinoza.

De acuerdo a fuentes con
ocedoras de los hechos, el interés de ALTISA para que un personaje con mala fama e imagen pública por su desempeño en sector gubernamental en el área del transporte público durante el nefasto período gubernamental de Juan Manuel “ El Patas” Gastélum, es la de seguir contando, como en ese trienio, con la permisividad de la autoridad reguladora del transporte, para actuar, como lo viene haciendo, con descarada impunidad, violentando los ordenamientos de la materia, sin consecuencia alguna.

 Pero, para Salas Espinoza, el regreso a Vialidad y Transporte, fue la reapertura de su centro de operaciones financieras extraoficiales a través de un esquema diseñado, y ahora corregido y aumentado, desde su primera incursión en la dependencia, y llevado a cabo por personajes ligados estrecha y económicamente a él, y comandados por Edgar Ramírez, mejor conocido entre el sector transportista como “El Pipo".

Edgar Ramírez es un tumor canceroso sindicalizado para la dirección de Vialidad y Transportes, por sus más de diez años que lleva en la dependencia, conoce todos los vericuetos y trucos para la obtención de recursos económicos extraoficiales, es por ello, que desde su arribo a la dirección al inicio del gobierno del “Patas" Gastélum, Javier Salas lo asoció para su beneficio, y en éste su regreso, de nueva cuenta lo pone al frente como responsable del llenado de las alforjas.

La primer encomienda de Javier Salas para el “Pipo" en su labor recolectora y en la que afanosamente trabaja con el apoyo de tres auxiliares, un  empleado de la dirección de apellido Barajas y dos externos de patronímicos Vila y Jiménez, es la de revisar, acordar y recaudar de entre el transporte de personal, revisión mecánica y transporte de carga, esperando lograr un acumulado mensual de aproximadamente tres millones de pesos.

Para ejemplificar el como logran esa cantidad baste decir que, con base en el padrón registrado en la dirección de unidades que brindan el transporte de personal y carga, les asignan una cantidad por vehículo que oscila de entre los 300 a los 500 pesos por mes. 

A estos se le suma los clientes especiales que son “apalabrados" de acuerdo a la ocasión y la actividad que en ese momento desarrollen, como son empresas constructoras y transporte de carga de otros estados.

Lo relacionado a la revisión mecánica lo trabajan de igual forma, con base en el padrón registrado y bajo la consideración de que cada unidad inscrita como vehículo de transporte público o privado, tendrá obligadamente que pasar por dos revisiones anualmente y en cada una de ellas, previo su pago a las arcas municipales, si quieren tener la garantía de aprobar la inspección, el conductor deberá dejar bajo el tapete del vehículo la tarifa asignada para el tipo de unidad de que se trate.

Para los Taxis (vehículos chicos), son 350 pesos; para Urbans, 500 pesos; para Calafias, 600 pesos y para los camiones, 800 pesos. Considerando que son cinco los puntos de revisión y el número de unidades existentes que de lunes a viernes acuden al examen, en el acumulado por semana la cantidad de dinero fluctúa, para regocijo de Salas y compañía, de entre los 600 a los 900 mil pesos.

Por lo anterior, se deduce que el binomio Javier Salas-ALTISA se encuentran  bastante cómodos en su nicho, el primero acumulando y operando su red financiera y ALTISA, haciendo lo que se le pegue la gana sin tener consecuencia alguna.
Felicidad plena.

Ante esto surge una pregunta, ¿estará enterado de lo que sucede en Vialidad y Transporte, el alcalde Arturo González Cruz?
Ya lo sabremos. 

Y mientras tanto….

En Playas de Rosarito la violencia e inseguridad rebasa a la nueva administración municipal.

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