Esta vez, para inmortalizar su conexión, la cantante le obsequió una obra especial, inspirada en su historia de amor, luego de encargarle la realización a uno de los artistas visuales más importantes de México: Gildo Medina.
Desde hace 25 años se ha dedicado a retratar, alrededor del mundo, individuos, instantes, emociones y sociedades como registro sensorial de su propia historia, en la que explora el tránsito entre la banalidad y la profundidad de la vida, con un lenguaje figurativo de sorprendente realismo. En cada obra integra mensajes ocultos, que se descifran con la intuición del espectador y sus contextos.
En entrevista, este artista plástico de 40 años, cuenta cómo recibió el encargo de la obra, basada en el amor entre los cantantes y que ya adorna la casa de Nodal en Guadalajara.
Se trata de un lienzo de piel, de 1.6 metros de alto, pintado minuciosamente a mano, enmarcado en una caja veneciana cubierta en hoja de oro y en cuya creación empleó más de 300 horas, debido al delicado trabajo que lleva la técnica empleada.
La gran amistad entre Belinda y Gildo, a quien distintos académicos y especialistas consideran uno de los mejores retratistas del planeta, comenzó un par de años después de que ella comprara uno de los icónicos sillones antiguos intervenidos por el artista, en 2011, y se convirtiera en una de sus principales coleccionistas.
"En 2013, gracias a una especial complicidad que nació entre nosotros, Belinda se convirtió en mi musa al inmortalizarla desnuda en un lienzo en piel que pinté a mano y que se utilizó en la portada de su disco En el Amor Hay que Perdonar. Ahora, ocho años después, me llamó para que creáramos una aventura igual de mágica, pero esta vez inspirada en el amor.
"Me pidió que creara una gran obra, la más increíble que hubiera hecho, dedicada para su gran amor, Christian Nodal, y que estuviera inspirada en su historia juntos, para que de esta forma pudiera compartir con él una de sus más grandes pasiones, el arte", relata el mexicano.
El artista visual, cuyo talento le ha llevado a trabajar para firmas como Louis Vuitton, Ferragamo, Moncler, Chanel y El Palacio de Hierro en diversas partes del mundo, compartió el significado que tiene para la intérprete hacerle este regalo a su prometido.
"Tengo que decir que Belinda y su familia son grandes apasionados del arte y poseen una gran colección de obras en su casa en la Ciudad de México. Ella incluso ha declarado que haber sido plasmada en el lienzo que le hice ha sido una de las mejores experiencias de vida que ha tenido, por eso hacerle este regalo a Christian era tan significativo".
Gildo cuenta que, como se trataría de una sorpresa, ella arregló un encuentro casual en la casa de una amiga en común, también coleccionista de la obra del artista, donde se conocieron Nodal y él, para poder recabar así información más personal sobre el músico, inspirarse y tomar fotos. A partir de eso podría realizar el trabajo sin revelar lo que tenían planeado.
Ya terminada la obra, por la emoción de darle el regalo a su novio, la entrega ocurrió de manera precipitada.
En lugar de hacerlo, como era la idea, en la cena íntima y especial que había organizado para sorprenderlo, terminó siendo Gildo quien develaría personalmente la obra para Christian, Belinda y sus familiares, a quienes les explicó cada detalle y anécdotas de la creación, así como las emociones que lo inspiraron: pasión, amor, generosidad, complicidad, delicadeza, fuerza y fusión, representada en los dos cuerpos que se vuelven uno.
"A Christian le encantó el retrato y, sobre todo, el nivel de realismo con que fue realizado, y la vida que emana desde el lienzo, tanto que me lo dijo abiertamente y pude ver unas lágrimas en sus ojos.
"Todos estábamos muy conmovidos y se formó de pronto una gran catarsis. Terminamos sentados en el suelo, brindando, compartiendo historias de vida y amor, y yo, muy satisfecho de ver lo que provoca el arte en el alma del ser humano", agrega Gildo.
Cada parte del retrato contiene símbolos y códigos relacionados con la historia personal y de amor entre ambos cantantes. Como a Nodal le gusta fumar, a Gildo se le ocurrió realizar la obra retratando a la pareja con sus cuerpos fusionados de una manera surrealista, en la cual el humo y el cuerpo de la artista se convierten en uno solo.
Los ojos de Belinda aparecen tatuados en el pecho de su prometido y una mano de ella sale de la parte posterior para sostener, delicada y sofisticadamente, el cigarro con sus delgados dedos, mientras él, hipnotizado por la sensualidad del humo, lo respira y transforma en belleza.
"Todo fue para celebrar su amor, su felicidad con un toque de sensualidad, pasión y surrealismo, la mezcla perfecta en toda historia de amor", afirma Gildo, cuyas obras se cotizan en miles de dólares.
El sillón que adquirió Belinda hace unos años, según especialistas, valdría hoy unos 45 mil dólares (900 mil pesos).
Fuente:https://www.reforma.com/
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