Indicó que se trata de la ex Escuela Álvaro Obregón (1930), hoy Casa de la Cultura; el Antiguo Palacio Municipal de Tijuana (1921), hoy Instituto Municipal de Arte y Cultura; y el Parque teniente Guerrero, fundado en los años veinte del siglo pasado, todos éstos en Tijuana; así como el ex Hotel y Casino Playa de Ensenada (1930), hoy centro Social Cívico y Cultural Riviera en Ensenada.
“Dichos espacios ya eran reconocidos socialmente como elementos de identidad por los bajacalifornianos, pero carecían de protección legal para preservar sus características de autenticidad. Es por lo que el Instituto de Cultura de Baja California, utilizando el instrumento legal que le otorga la Ley de Preservación de Baja California, procedió a protegerlos en 2014 mediante declaratorias publicadas el 31 de enero de dicho año con lo cual se les reconoce su categoría como legados de herencia”, explicó la funcionaria.
Agregó que “el patrimonio cultural de Baja California es único e irrepetible, sus testimonios son recursos no renovables que merecen nuestra protección para que podamos tener sentido de lugar, lograr comunidad y contar con ejemplos tangibles e intangibles que nos ayuden a entender la evolución histórica de esta región del país”.
El Hotel y Casino Playa de Ensenada tiene un estilo arquitectónico conocido como Californiano o Español Revival, el cual es conocido como el “Estilo del sur de California”. Este estilo es común en California, la región fronteriza y de ahí a todo México.
El ex Palacio Municipal de Tijuana fue diseñado por los hermanos Quayle de San Diego en un estilo ecléctico neoclásico, siendo reconstruido en la década de los noventa por el IMAC en respuesta a peticiones ciudadanas.
La ex Escuela Álvaro Obregón de Tijuana es una réplica exacta de otra en Yuma, Arizona, la cual se encuentra en el Registro Nacional del Park Service de Estados Unidos. La única diferencia entre las dos es que el ladrillo de la escuela de Yuma es amarillo y el de Tijuana, rojo.
El Parque Teniente Guerrero nació gracias a las gestiones de la maestra Josefina Parra, quien marcó con ello el inicio de una época de apreciación por el patrimonio cultural en Tijuana.
Todos estos bienes han sobrevivido hasta nuestros días gracias a sus méritos culturales, a las personas que han promovido su preservación y a las instituciones que los han protegido, como son el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) de Tijuana, el Instituto de Cultura de Baja California (ICBC) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), instancia que también declaró patrimonio artístico al Centro Cívico y Cultural Riviera.
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