Roberto Quijano Sosa, dijo que el nombramiento de María Elena Andrade Ramírez se da a través de un proceso informal, sin la seriedad que el caso merecía y donde reinó la opacidad.
“A través del Consejo Ciudadano de Seguridad, se solicitó a la Gobernadora, y al Congreso del Estado, tomar en cuenta a la opinión pública, a los líderes de opinión y no fue así. Además es lamentable que el proceso de selección se haya dado de manera virtual”, señaló.
Se perdió una gran oportunidad de involucrar y legitimar con la sociedad civil, tal vez una de las posiciones de responsabilidad más importante de esta administración.
Agregó que la ola de crímenes, violencia e inseguridad que azotan al Estado, no son atendidos con la responsabilidad requerida, sin embargo, confía en que la designación rinda los resultados que los ciudadanos esperan y merecen.
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