Después del feminicidio, la violencia sexual es, quizás, la que más agravia a las mujeres, de los ejemplos más claros de revictimización los encontramos en el abuso y hostigamiento sexual, agresiones que, a menudo, ocurren en contextos laborales o institucionales y atentan directamente contra la dignidad de las mujeres como seres humanos.
“Gracias a la lucha de mujeres que nos precedieron, hoy contamos con instrumentos legales para nuestra protección, como la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia y la Norma Oficial Mexicana enfocada en crear condiciones seguras en los centros de trabajo. No obstante, los avances son insuficientes y demasiado lentos, a este ritmo, podrían pasar décadas o siglos antes de que logremos erradicar las agresiones sexuales contra las mujeres”, sostuvo la diputada.
Desde la tribuna, hizo un llamado a todas las mujeres de Baja California, sin distinción de edad, ocupación o posición política, para reflexionar sobre las causas del hostigamiento y abuso sexual, e invitó a evaluar el impacto de las leyes y normas para identificar las barreras que frenan los cambios y trabajar unidas para promover una cultura de respeto y protección hacia las mujeres.
Calificó como inaceptable que las mujeres, especialmente las más pobres, se vean obligadas a regresar a trabajos donde corren el riesgo de ser agredidas. Resaltó la necesidad de garantizar que, al aplicar las normas internacionales, nacionales y estatales, las mujeres puedan denunciar sin miedo a perder su empleo o lugar en la escuela, y con la certeza de que recibirán justicia y los agresores serán sancionados.
Yohana Gilvaja manifestó: “No podemos esperar más para generar entornos seguros donde las mujeres puedan vivir, trabajar y desarrollarse con dignidad. Como legisladora, reafirmo mi compromiso de trabajar incansablemente para avanzar hacia una sociedad en la que la violencia contra las mujeres no tenga cabida”.
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