El INDEBC resaltó la relevancia de esta actividad como una expresión de unidad y fortaleza entre las mujeres en la sociedad actual. Durante una hora, bajo la dirección de la instructora Karlita Santos, las asistentes disfrutaron de un ambiente de libertad y alegría, donde el baile se convirtió en una terapia y un motor de transformación personal.
Más allá del ejercicio, el evento promovió hábitos saludables, motivando a las participantes a mejorar su alimentación y adoptar rutinas fitness que refuercen su bienestar. La energía colectiva y el sentido de comunidad fueron clave para impulsar el amor propio y la autoestima de cada mujer presente.
Ejercitarse en espacios como el CAR de Tijuana no solo genera un entorno propicio para la actividad física, sino que también inspira a más personas a sumarse. Cada nueva participante representa un paso hacia una vida más saludable y una muestra del impacto positivo del deporte en la construcción de una sociedad más unida y empoderada.
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