En su exposición desde la tribuna, sostuvo que la salud pública en México atraviesa una etapa de cambios profundos al recordar que entre la desaparición del Seguro Popular, el fracaso del INSABI y la irrupción del IMSS-Bienestar, el sistema ha estado marcado por decisiones presupuestales que han generado incertidumbre y tensiones entre el gobierno federal y los gobiernos estatales.
Diego Echevarría indicó que entre 2023 y 2024, el presupuesto federal destinado a salud pasó de aproximadamente $900 mil millones a poco más de $1.02 billones de pesos, equivalente al 3.03% del PIB; sin embargo, este aumento no benefició proporcionalmente a los estados.
Baja California, por ejemplo, recibió cerca de $4,000 millones de pesos en 2023 por el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), pero en 2024 la cifra cayó a $3,227 millones, una reducción del 27.9%.
Para el 2025 nuevamente Baja California sufrió un recorte histórico: solo recibió 1,295 millones de pesos por FASSA, 61.5% menos que en 2024, afectando directamente la atención en hospitales y centros de salud estatales, informó el legislador del PAN.
“La transición hacia el modelo centralizado encabezado por el IMSS-Bienestar ha sido la causa de muchos problemas en todo el país, a nosotros nos ocupa aquí Baja California, donde la reducción de recursos estatales ha derivado en una crisis palpable en hospitales, centros de salud y programas comunitarios”, agregó.
El diputado hizo énfasis en los testimonios del personal médico: “Ahí están las denuncias públicas de enfermeros, enfermeras, técnicos, laboratoristas, que suplican a la población no enfermarse porque en este momento no se cuenta con el material de curación ni medicamentos”.

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