Eckard Finsterer, encargado regional de Misereor para México, ofreció una conferencia de prensa después de realizar un recorrido por diferentes puntos de Guerrero.
“En ese asunto parece que se busca sancionar a funcionarios altos y vamos a estar atentos a lo que ocurra”, indicó Finsterer.
“En Ciudad Juárez por ejemplo, aunque hay muchos problemas vemos que la tendencia es a la baja, en tanto que en Guerrero la situación es al revés, tiene una tendencia hacia arriba”.
Indicó que en esta entidad algunos funcionarios asumen una actitud poco deseable para los defensores de los derechos humanos.
Comentó que el lunes visitó al dirigente indígena Maximino Catarino en el penal de Ayutla, quien fue torturado para que se declarara culpable de un delito que no cometió.
En su visita a la cárcel de Ayutla, observó “las condiciones infrahumanas en que permanecen los presos, ya que cuatro o cinco personas comparten una sola celda, en la que están desde las seis de la tarde hasta las siete de la mañana”.
Mencionó que se va de Guerrero muy preocupado por el hecho de que no haya una sola pista que permita dar con el paradero de dos campesinos ecologistas, Eva Alarcón Ortiz y Marcial Bautista Valle.
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