Óscar Romo, director del Programa de Cuenca de la Reserva del Río Tijuana de San Diego, California,
explicó que la preocupación es que se incremente la fuerza de las avenidas de agua que llegan a territorio estadounidense; ya que no habría nada que las contuviera.
Señaló que les sorprendió el inicio de los trabajos de canalización con un nuevo plan a pesar de que había un proyecto inicial que no contemplaba el encementado del lecho del arroyo y no se ponía en riesgo la infiltración de agua a los mantos freáticos como ocurre con el plan actual.
La Oficina Regional de Control de Calidad de Agua de San Diego, California, es una de las instancias que ha solicitado información para tener las bases y hacer alguna reclamación en caso necesario, pero al momento no ha habido respuesta, lamentó.
“Hay mucho interés de las agencias en Estados Unidos por saber cómo se realizó la obra, qué dimensiones tiene, hasta dónde va a llegar, con objeto también de que se hagan previsiones en Estados Unidos puesto que cuando el agua viaje con más velocidad y en mayor volumen va a tener un impacto en la salida del abanico de concreto porque en Estados Unidos no hay canalización, es todo río natural, entonces esa zona se verá afectada, pero necesitamos más información de las autoridades mexicanas”, expuso Óscar Romo.
La instancia requerida es la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pero ha enviado información a “cuentagotas”, detalló Romo.
Dijo que uno de los efectos adicionales es que habría más erosión, situación que no se contemplaba en el proyecto original.
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