Rosarito Informa.-La
falta de prevención es la principal causa de accidentes carreteros y a
mayor tráfico se incrementa la posibilidad de que ocurran percances, por
ello es indispensable extremar precauciones a fin de evitar ser parte
de la estadística.
El
secretario del Consejo Estatal para la Prevención de Accidentes en Baja
California, Jaime Escamilla Castañeda, hizo una serie de
recomendaciones a quienes van a salir con motivo de los días de asueto.
Cada
año en el país cada año hay 750 mil hospitalizaciones de personas que
sufrieron algún accidente y se contabilizan 24 mil muertes, en tanto que
la afectación económica llega a mil 500 millones de pesos, lo que
significa el triple del presupuesto de una Secretaría de Salud.
Advirtió
que los menores son los más vulnerables a sufrir daños, así que ellos
deben ser los más protegidos, pero esto no ocurre por falta de
conciencia y cultura del conductor y la prueba está en las estadísticas
que han detectado que 35 de cada cien niños no viajan en sillas
adecuadas y menores de 11 son llevados en los asientos de enfrente.
“Otro
de los casos muy importantes, 65 por ciento, 65 de cada cien
tijuanenses todavía no trae o no porta su cinturón de seguridad,
conductor y ocupantes, y en el caso concreto de los motociclistas sí la
mayoría trae su casco, en un 98 por ciento, sin embargo no traen consigo
el casco adecuado”, destacó Escamilla Castañeda.
Señaló
que de acuerdo con estadísticas, en Tijuana hay mayor prevalencia de
accidentes con 56 por cada 100 mil habitantes; en tanto que Ensenada
ocupa el segundo lugar con una incidencia de 21 percances por el mismo
número de habitantes; 17 en Mexicali, y 4 y 2 en Rosarito y Tecate,
respectivamente.
Un
estudio que se llevó a cabo en coordinación con la Secretaría de
Seguridad Pública Municipal que se hizo en un periodo de 18 horas
durante tres días de fin de semana señala que siete de cada cien
tijuanenses han conducido vehículos bajo el influjo de alcohol.
Se
calcula que en promedio por cada persona accidentada se requieren seis
días de hospitalización, lo que se traduce en gasto tanto para los
afectados como para la administración, pero lo más grave son los casos
en que hay muertos, dijo.
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