Por: Javier Malacara
Lo malo, lo feo y lo pior.
La Coparmex
Rosarito se dio a la tarea de organizar el evento más esperado tanto por
ciudadanos, empresarios y políticos “el debate entre candidatos del VIII
distrito”,
con una admisión de $200 pesos por persona, dejo mucho que desear el
evento que tanto se anuncio, por el morbo de ver a la candidata Mayra Robles Aguirre de la alianza PRI-PEVM, que en días pasados no asistió al
debate organizado por un periódico
regional, que aunque hubo algunas justificaciones, siempre quedaron expuestos
que no fue porque no contaba con las
tablas para asistir.
Lo malo…
El llamado
debate fue un fiasco, desde la dinámica de cómo se llevo el formato, pasando
por las preguntas que hicieron y como
las hicieron, hasta la forma de como el mismo moderador se perdió por momentos,
eso sin contar las repuestas amorfas de los candidatos a las preguntas que se
les hicieron y con unas contra replicas sin sentido.
Lourdes Moya de la coalición PRD-PT-Movimiento Ciudadano, sin propuestas
propias y dejándose llevar por la ola y efecto
AMLO y adhiriéndose a las ideas que sus contrincantes exponían.
Ruth Hernández del PAN, acartonada y
respondiendo sin coherencia a las preguntas que le hicieron, sin contar con el
servilismo al ejecutivo federal Felipe calderón Hinojosa, aprobando las
acciones que tienen hundido a este país.
Mayra Robles Aguirre de la alianza
PRI-PEVM, siendo repetitiva en “yo quiero ser la voz de los ciudadanos” y
cambiándole a “yo quiero ser la voz de los jóvenes, madres solteras o
desempleados”.
Hugo Monrroy del PANAL, solo no
contar con una estructura como partido, porque fue lo más rescatable y quien
más propuestas positivas expuso, con su frescura y pensamientos
revolucionarios, su preocupación por la educación y sentimiento por los
estudiantes de capacidades diferentes.
Lo feo…
La pérdida de tiempo de los medios
de comunicación por cubrir un evento que no tuvo ni pies, ni cabeza, tanto por
el formato como por las repuestas, el cobro de los $200 pesos por la admisión
al paupérrimo evento, sin contar con los estólidos comentarios de algunos
coordinadores de campañas de diferentes partidos.
Lo pior…
Según los asistentes que son
empresarios y ciudadanos, es una burla por parte de la alianza PRI-PEVM, poner
a una candidata que no le gusta leer porque le lloran sus ojitos y le duele su
cabecita, cuando la tarea principal de un legislador que va a representar a los
ciudadanos del 8 vo. Distrito en la cámara baja, es leer los puntos de acuerdo
que se van a subir a la tribuna.
La demagogia que utilizó la
abanderada de acción nacional en todas
sus propuestas, avalando las malas acciones que hasta hoy en día, el gobierno
federal ha hecho.
El acartonamiento y la falta de
conocimientos de los temas de la representante de la coalición
PRD-PT-Movimiento Ciudadano, llegando al grado de apoyar algunas propuestas sin
sentido y que no dependen de un legislador, pero si de una bancada.
Lo curioso…
El estólido comentario del regidor
del V ayuntamiento Antonio Serret Rodríguez, que externó “no se necesita tener
licenciatura para ver la pobreza que hay”, exponiendo la falta de formación
académica de su candidata y la falta de
interés por tener los conocimientos de lo
que va a ir a desempeñar a la cámara baja, pero lo más grave es que él
es participe de uno de los tres niveles de
gobierno y que en vez de estar en
su oficina legislando o esforzándose para disminuir la pobreza del municipio,
está coordinando la campaña de Mayra Robles Aguirre, sin presentarse a trabajar
a la casa municipal, pero eso sí, cobrando su catorcena como si se la
mereciera, olvidándose de que cobrar sin trabajar es corrupción.
Los aplausos que arrancó el
candidato del PANAL Hugo Monrroy Rubio a todos los presentes, desde
empresarios hasta los militantes de
diferentes partidos en su última participación, donde expone a los políticos
que nunca cumplen con su trabajo, pero que si cobran y nunca regresan, ni se
preocupan por los ciudadanos.
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