A pesar de ser un zona de alto riesgo miles viven entre dos grandes cerros, aseguran sus pobladores “no les queda de otra”, la necesidad es grande y hay que encontrar un lugar donde vivir si el gobierno no lo da.
“Mi esposo pasaba por acá mi esposo pasaba por acá por que trabajaba en playas y allá arriba había una caseta donde decía que vendían terrenos. Nos salió en 7 mil dólares sin papeles sin nada”.
“Cuando no la vendieron nos dijeron que iba incluido drenaje, agua, luz pero como ha pasado el tiempo pues nada”, lamentó la señora Artemia Julián Martínez quien llego del sur de México y fue engañada como muchos.
Ahora, vive en una pequeña casa construida con pedacera de madera, lonas y hasta cartón, como las aguas la separan del acceso principal a la colonia ya se construyó un puente: “con puras pedaceras de madera, cuando venia el carro de basura a tirar juntamos todo y así fue se hizo el puente”.
Norma Pacheco originaria del Distrito Federal llegó hace siete meses a Tijuana, un sujeto de nombre Raymundo se le apareció y le dijo que con 200 dólares daba el ente. Lo hizo, vio el terreno y le gusto, pero la realidad era otra.
“Agarramos un terreno, pero resulta que el terreno ya estaba vendida a otra persona, el terreno tiene cuatro dueños. La gente me empezó a decir que era de otros cuatro, que era terreno federal e irregular, nosotros hablamos con el señor nos dijo que nos iba a regresar el dinero y no ha pasado nada”, lamentó.
Karla Hinestrosa con varios hijos pequeños si sabe que vive en un terreno irregular pero la necesidad le impide buscar algo mejor: “nosotros no tenemos como substituir entonces buscamos ahora sí que esta forma de salir adelante y de tener donde vivir para proteger a nuestra familia de la lluvia o del sol de tener un terreno”.
“Continua la venta de terrenos, porque realmente los terrenos están hipotecados y hay muchos problemas familias que están desalojando por problemas de que les han vendido y el banco al reclamado”, comentó.
Fuente: Uniradio
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