“Es
importante señalar, que estas infecciones se pueden presentar tanto en
adultos como en niños, y son el resultado de factores como la
permanencia dentro del agua, a la cloración de la misma y el entorno
donde se encuentre ubicado dicho depósito”, enfatizó la epidemióloga.
Dentro de los signos y síntomas de dichos padecimientos encontramos:
· Conjuntivitis: ojos lagañosos, enrojecidos y con comezón.
· Otitis: dolor de oído y secreción.
· Dermatosis: comezón, ardor y descamación de piel en palmas de las manos y plantas de los piel.
· Enfermedades Gastrointestinales: dolor abdominal, diarrea, nausea y vómito.
Ante
ello, Pon Méndez recomendó a los padres de familia poner especial
cuidado en la utilización adecuada de gorras y lentes acuáticos cuando
los pequeños tengan dichas actividades, así como el uso de bloqueadores
solares resistentes al agua y el uso de calzado adecuado al término de
esta actividad recreativa.
Agregó
que se deben utilizar también los tapones de oído en caso que se
requiera; evitar los sorbos o tragos de agua de éstos depósitos e
hidratar de manera adecuada al niño que realiza éstas actividades
acuáticas, destacando aquellas bebidas con electrolitos para evitar
deshidrataciones.
Recalcó
que al terminar la jornada de esparcimiento en la alberca se debe bañar
en la regadera a los pequeños para remover de su cuerpo los restos de
agua clorada.
La
Jefa de la Unidad de Epidemiología dijo que ante cualquier la presencia
de los síntomas antes mencionados se debe acudir a la institución
médica de su derechohabiencia a efecto de que un médico le recete el
tratamiento oportuno.
Finalmente,
ISSSTECALI exhorta a los padres de familia a tomar estas precauciones y
con ello, pasar unas vacaciones de verano más placenteras.
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