Por.-
Alfredo Calva
San Quintín,
mal chiste
Los
integrantes de la XX legislatura local deben de tener cuidado en que su ingente
deseo de servir a sus conciudadanos del valle de San Quintín para convertirlo
en el sexto municipio de Baja California, no se les transforme en un mal chiste
y por andar de redentores terminen crucificados.
Ya firmaron
con el IEPC (Instituto Electoral y de Participación Ciudadana) el acuerdo para
que este organismo lleve a efecto el plebiscito para conocer la voluntad de los
pobladores de San Quintín y Ensenada, con respecto a su deseo de convertirse en
municipio.
Todo este
trabajo de los diputados encabezados por la presidente de la Comisión de
Fortalecimiento Municipal, Nancy Sánchez Arredondo, es loable y muestra el interés
de los diputados locales por atender los reclamos de los ciudadanos en
cualquier parte de la entidad.
Sin embargo,
en contraparte, lamentablemente la legisladora Nancy Sánchez, no ha mostrado el
mismo empuje y deseo de accionar en la solución de los reclamos que en varias
ocasiones le han hecho los habitantes y autoridades locales del municipio de
Playas de Rosarito, quienes enfrentan y confrontan serios problemas limítrofes con
sus similares del municipio de Ensenada.
La situación
que se vive en Playas de Rosarito por la definición de sus límites con respecto
al municipio de Ensenada, son tensos y ya se han presentado roces entre
ciudadanos de ambas demarcaciones y entre funcionarios de los gobiernos locales,
lo que agrava el conflicto, el cual se encuentra en espera de que los diputados
de la presente legislatura den su fallo y así se concluya con el asunto.
Tal vez los
flamantes diputados entre ellos, Nancy Sánchez, esperan y confían en que los
alcaldes, Javier Robles de Playas de Rosarito y Enrique Pelayo de Ensenada,
acuerden como buenos congéneres emanados de la misma organización política, el
PRI, y se pongan de acuerdo en los límites de sus respectivos territorios para
que todos los ciudadanos, en especial los residentes de la Misión, duerman tranquilos
al conocer su dependencia.
Pues si eso
es lo que espera Nancy Sánchez y sus compañeros del poder legislativo, pues
entonces van a terminar su gestión y eso no lo verán, el alcalde ensenadense
que se ha caracterizado por ser un ente de escasos recursos mentales, esta
empecinado y cree que lo lograra, recorrer la línea divisoria once kilómetros a
favor de Ensenada, lo que obviamente a generado que se estrelle en su capricho
porque el alcalde de Rosarito, Javier Robles, jamás se lo permitirá.
Así que lo
conveniente es que los legisladores encabezados por la presidente de la Comisión
de Fortalecimiento Municipal, Nancy Sánchez, se abstengan de andar como San
Camilo, encaminando almas, y den solución a la problemática de límites, no solo
entre Playas de Rosarito y Ensenada, si no en todo el estado, antes de andar
generando más conflictos de esa índole.
Primero es
el uno y luego el dos.
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