Rosarito Informa.-Rafael Cárdenas Vela, sobrino del mítico capo Osiel Cárdenas Guillén,
fundador del cártel del Golfo, exhibió ante una corte federal en Texas
la estructura interna de esa organización delictiva y su
reestructuración a lo largo de una década.
En el juicio que se le
sigue a un exintegrante del cártel del Golfo, Juan Roberto Rincón
Rincón, y en el que Cárdenas Velas, de 38 años de edad, funge como
testigo principal, éste detallo cada acto importante del grupo desde
2002.
De acuerdo con reportes de la agencia AP, Cárdenas Vela
recurrió a una pizarra de más de metro y medio de altura, y decenas de
fotografías pegadas con imanes.
Rincón Rincón, un exguardaespaldas
del cártel, durante un breve lapso controló las rutas del narcotráfico a
través del río Bravo antes de huir a Texas, en octubre del año pasado.
En marzo pasado, Rafael Cárdenas Vela se declaró culpable de complot
para poseer y distribuir cocaína y marihuana a cambio de que el gobierno
desestimara las acusaciones de lavado de dinero e inmigración. Fue
arrestado en Port Isabel.
Cárdenas Vela fue el jefe del cártel en
San Fernando durante varios años, en los que se cercioró de que las
cargas de cocaína y marihuana cruzaran a salvo la frontera hacia el
norte.
Describió la forma en que alineaba múltiples pistas de
aterrizaje de tierra alrededor de la comunidad rural que está casi una
hora en auto al sur de la frontera. Algunas ya estaban hechas y las
usaban ciudadanos estadunidenses para ir a cazar, mientras que otras las
construyó con tractores en fincas privadas. Los aviones eran utilizados
para transportar unos 500 kilogramos (mil 100 libras) en cargamentos de
cocaína desde Tampico hasta San Fernando.
El sobrino de Osiel
Cárdenas sacaba a los pilotos en coche de las pistas de aterrizaje y
utilizaba un sistema satelital para marcar las coordenadas del destino,
luego del vuelo de una hora desde Tampico.
En marzo de 2011,
Cárdenas Vela ascendió para hacerse cargo de la plaza de Matamoros, el
cuartel histórico del cártel del Golfo. Remplazaría a José Luis Zúñiga
Hernández, alias “Comandante Wicho”, quien junto con otros dos había
disgustado al jefe. En cuestión de meses, Zúñiga Hernández y los otros
habían robado ocho vehículos blindados, lo que había puesto la zona en
la mira, dijo Cárdenas Vela.
Estaban haciendo mal las cosas en el
pueblo, agregó y especificó que les dio 24 horas para abandonar el lugar
y ellos cumplieron.
Las autoridades estadunidenses dijeron que
Rincón Rincón, durante el breve período que controló la plaza del Río
Bravo supervisó el tráfico de 500 kilos (mil 100 libras) de marihuana a
la semana hacia Texas y cobraba “impuestos” a quienes movían cargas
adicionales.
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