Obed
Silva, ¿dónde quedo la dignidad?
La corrupción en la dependencia de inspección y verificación
del municipio de Tijuana algunos meses atrás fue a todas luces, el capo de los
antros Daniel León y sus secuaces, no dejaron de extorsionar a todos los antros,
teables dance, cantinas, prostíbulos, distribuidoras de cervezas y tiendas de
autoservicio sin importar la zona y mucho menos de quienes fueran.
Pero también se dedicaron a proteger y dar permisos a
diestra y siniestra, pero siempre sin dar la documentación necesaria para
hacerlos legales, para sus amigos y protectores les dio el permiso para abrir
congales, como el que se encuentra ubicado en la calle 8 numero 1532-A, entre Pío Pico y Melchor Ocampo, denominado mi Jacal que presuntamente no tiene el permiso, dejándolo trabajar sin que lo molesten para ganar dinero en cantidades industriales para así tener el capital económico
para comprar el permiso de venta y almacenamiento de alcohol.
Este enviciado funcionario quien fungía como director de
inspección y verificación municipal, de nombre Daniel León, siempre disfrutó
del manto de la impunidad que le ofreció el alcalde de Tijuana, Carlos
Bustamante Anchondo.
Pero con la salida del ahora delegado regional del
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Roberto Alcides Beltrones Rivera,
quien ostentaba el puesto de secretario de gobierno del municipio, se le brinda
la oportunidad de ocupar ese puesto a uno de los licenciados más reconocidos en
materia electoral, Obed Silva, quien está la partida de Beltrones Rivera, presumía
de ser el director de gobierno.
Ya con Obed Silva como secretario de gobierno, tal parece
que todas las trapacerías, tranzas y corrupciones llevaron a Daniel León al
premio mayor que el alcalde Bustamante le pudo dar, ocupar el puesto de
director de la secretaria de gobierno (puesto que tenía Obed Silva).
Ese fue el primer acto de falta de dignidad en el que
cayó el licenciado Obed Silva, ya que él conocía todas los abusos de autoridad
en que incurrió su ahora director de gobierno.
Pero como dice el dicho y sigue la mata dando, pues ahora
resulta que en la secretaria de relaciones exteriores (SER), en los primeros días
de Junio corrieron a un servidor público que estaba asignado a la oficina de enlace Plaza Oasis, debido a su nulo
desempeño, mala actitud, prepotencia y falta del conocimiento de la
operatividad y funcionalidad de la dependencia, Ernesto Zavala Franco.
La orden de
despido salió de la Delegada de la SRE, Carmen Josephine Espinosa Rafful, luego
que Zavala reprobó en dos ocasiones los exámenes de conocimiento sobre los
servicios que ofrece la delegación federal; además llegaron a oídos de la
titular, quejas de usuarios por la manera en que fueron tratados por el novel
funcionario. Pero el chamaco no se quedó sin trabajo.
Pero el chamaco no se quedó sin trabajo. Su papá,
Catalino Zavala Márquez, secretario de Gobierno de Rosarito, logró que su
vástago fuera rescatado por su homólogo Obed Silva, quien le ofreció el puesto
de “Asesor Honorario” con un sueldo de 9 mil pesos mensuales.
Esta fue el segundo acto de falta de dignidad en el que
cayó el flamante secretario de gobierno del municipio de Tijuana, aquí cabe la
pregunta ¿tiene Obed Silva para ver a su familia de frente, cuando él es cómplice
por saber y no hablar de las corruptelas de Daniel León? O bien ¿no
se siente mal de pagar un salario de 9 mil pesos mensuales a Ernesto Zavala Franco, como asesor de la
secretaria, cuando no conoce la O ni por lo redondo? Porque a decir verdad, una
persona que verdaderamente quiere a su familia y no la expone de tal manera y
en la primera acción hubiera renunciado, pero no lo hizo por la falta de
dignidad, donde tira a la basura su preparación y sus años de esfuerzo para ser
lo mejor del PRI en materia electoral y junto con el ejemplo a sus hijos…
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