Esto a pesar de que reúnen los requisitos relativos
al número de semanas de cotización al llegar a los 60 ó 65 años de edad, como
lo marca la Ley del Seguro Social, para que el instituto les otorgue una retribución
por cesantía de edad avanzada o por vejez.
Así lo señaló la Legisladora, al presentar ante
el Pleno del Congreso de manera respetuosa, un exhorto a la Cámara de Senadores
de la República para que dictamine la minuta con proyecto de decreto, que
adiciona un segundo párrafo al artículo décimo octavo transitorio de la Ley del
Seguro Social, publicada en el Diario Oficial de la Federación, de fecha 21 de
diciembre de 1995, aprobada por el Pleno de la LIX legislatura de la Cámara de
Diputados y enviada para su dictamen a la Cámara alta.
Cabe mencionar que en sesión ordinaria de la
Cámara de Diputados la LIX Legislatura del Congreso de la Unión, celebrada el
26 de abril de 2006, el dictamen antes referido, se aprobó con una votación de
331 votos a favor, cero en contra y 2 abstenciones y, para el cumplimiento de
las disposiciones constitucionales fue enviada como minuta al Senado de la
República.
En vista de que se ha excedido en demasía el
plazo que las disposiciones legales y reglamentarias correspondientes otorgan a
las comisiones ordinarias para dictaminar los asuntos que les son turnados, Nereida
Fuentes consideró prudente que el Congreso del Estado de Baja California se
adhiera de manera solidaria a la solicitudes hechas por la Cámara de Diputados del Congreso de la
Unión.
Por tal motivo, propuso que excite a la
Comisión de Seguridad Social del Senado de la República a que dictamine la
Minuta antes mencionada, que de resultar favorable tendrá un efecto benéfico
para los ciudadanos que cumplen con los requisitos de edad y semanas cotizadas,
pero no han podido ejercer su derecho.
Puntualizó que es una demanda social de miles
de ciudadanos a lo largo de todo el territorio nacional y no sólo en Baja
California, debido a que ven afectados sus derechos constitucionales por
situaciones ajenas a ellos, que los condena a quedar desprotegidos en su vejez,
que es cuando más apremiando se vuelve una pensión, como retribución de una
vida de trabajo, además de que se encuentran en una situación de
vulnerabilidad
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