LA VERGÜENZA
Por Fernando Ruiz del Castillo
Mal, muy mal momento hicieron pasar al gobernador Francisco Vega de Lamadrid la noche del pasado sábado, durante la inauguración de la temporada de béisbol de la Liga Mexicana del Pacífico.
Quién sabe de quién sería la idea, pero innecesariamente expusieron al jefe del Ejecutivo Estatal a una vergüenza que no se le olvidará en toda su vida.
Sólo era cuestión de ver cómo el color rojo no terminaba por irse de su extremadamente blanco rostro.
Y lo peor es que apenas está por cumplir el primer año de su sexenio.
Alguien en el equipo de asesores del Ejecutivo debió saber que los estadios y campos deportivos son hoy día, una especie de escenarios de prueba para los gobernantes y funcionarios públicos.,
Quienes se atreven a salir al frente es porque sus estudios y encuestas arrojan buenos niveles de popularidad.
Evidentemente que no es el caso.
O no hicieron las encuestas, se las “truquearon”, se las “cucharearon” o simple y sencillamente los engañaron y les mintieron haciéndole creer que su popularidad se encuentra arriba de los 8.5 puntos.
Aun así y no obstante esas calificaciones a veces es un riesgo que en ocasiones se tiene que correr y del que, cuando las circunstancias no son las adecuadas, resulta una verdadera catástrofe.
Este fue un caso en el que tal vez los asesores de imagen se basaron en sondeos hechos a modo, cuyos resultados son los que los gobernantes quieren escuchar
La única verdad de lo ocurrido al arranque del juego de Águilas y Charros de Jalisco, es que la gran mayoría de las 17 mil gargantas que el pasado sábado se dieron cita en el estadio “B-Air” –antes El Nido y recientemente Casas Geo- aprovecharon la ocasión para expresar públicamente su inconformidad con el gobernador de Baja California.
Ante esta situación lo menos que el gobernador Kiko Vega, como le gusta que le llamen, debe hacer es convocar cuanto antes a una reunión con todo su gabinete y hacer una evaluación seria y en serie sobre las acciones y omisiones de su administración.
Es evidente que algo está fallando y que la sociedad bajacaliforniana no está satisfecha con su gobierno.
Porque la rechifla, el abucheo y las mentadas de madre no deben ser tomadas de manera personal, sino como una expresión libre de una sociedad que de exterioriza sus sentimientos de frustración, indignación e inconformidad con un gobierno que no está cumpliendo.
Es este el momento adecuado para hacer una evaluación a conciencia de lo que todo lo que se dice y lo que se hace, pero sobre todo de lo que le dicen y hacen sus funcionarios de todos los niveles.
Y sobre todo tener mucho cuidado con las cifras:
Dos ejemplos:
Asegurar que 3 millones de bajacalifornianos están en el Seguro Popular es insultar la inteligencia de quienes más o menos le entendemos a la aritmética y, dos, insistir en el éxito de la generación de empleos cuando sabemos qué clase de trabajos y sueldos se pagan, es ofensivo.
Así que para bien o para mal, eso dependerá de la visión que se tenga del vaso medio lleno o medio vacío, pero este primer año debe ser de experiencia para mejorar rumbo al resto del sexenio.
Digo, si es que no quiere seguir pasando vergüenzas los próximos cinco que restan de su administración, y ya no solo en los estadios o sitios públicos, hay que ponerse a trabajar.
Ya verán que si se deciden a hacerlo, el próximo año podría estar rindiendo su informe de gobierno sin problema alguno y ante cualquier escenario.
Eso es todo.
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