Rosarito Informa.-El Rector de la Universidad de Tijuana, Maestro Jesús Ruiz Barraza, impartió la conferencia “Ayotzinapa, el maestro y los nuevos paradigmas de la educación”, a los alumnos de las diversas carreras de nuestra Casa de Estudios. La charla se llevó a cabo en la Sala de Usos Múltiples.
El Maestro Ruiz Barraza hizo una retrospectiva del origen de la docencia en el país, desde la existencia de las primeras escuelas en la época de la colonia y los cambios que se dieron a partir de la Independencia.
Dijo que las escuelas normales rurales surgen como consecuencia del movimiento cultural que provocó la Revolución Mexicana de 1910, que tras su culminación generó una serie de cambios que incluían las misiones culturales, el muralismo mexicano, la literatura de la revolución y la fundación de las escuelas normales rurales con el objetivo de ayudar al progreso de los campesinos, que en la práctica fue el sector de la población que más se sacrificó para el triunfo de la Revolución y también con el fin de reafirmar la identidad nacional.
El profesor comentó que estudiar en un internado por 13 años donde se compartía dormitorio con más de 55 compañeros, creaba un ambiente más participativo y colectivo entre los estudiantes y había una preocupación académica por aprender y querer a la escuela donde se estudiaba.
El papel de las normales rurales, continuó, se empezó a debilitar a partir de reformas educativas que trataron de imponer una ideología socialista que se ha confundido con dogmas marxistas y leninistas.
“Con la llegada a la Secretaria de Educación de Jaime Torres Bodet en 1943 se llevó a cabo el mayor programa de impulso a las escuelas rurales, además de la creación del instituto de capacitación del magisterio con la idea de actualizar a los maestros que lo necesitaran”, sostuvo.
Otro impulso a las normales rurales se dio en la década de los sesentas cuando el Maestro Ruiz Barraza fue dirigente de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, donde se concretó la apertura de 11 escuelas normales rurales más.
Como anécdota narró un episodio donde acudió a la normal de Ayotzinapa para gestionar y lograr la destitución de su director que caía en actos de corrupción, misma época en que Lucio Cabañas era el presidente de la sociedad de alumnos de la escuela.
El Rector mencionó que el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y los 6 muertos, es una tragedia nacional que no debe repetirse.
El problema es la tibieza con la que el gobierno ha reaccionado y no ha atacado el problema de fondo, situación que no paso en el 68 ni el 71, cuando el gobierno federal en turno actuó de manera coherente y se castigó a los responsables de inmediato.
El presidente de la republica necesita ser más firme con sus asesores –añadió el académico- y en ciertos casos despedir a miembros de su gabinete que no han estado a la altura.
“Un presidente, como hombre de estado, no puede estar con colaboradores débiles”, sentenció.
El profesor añadió que es tiempo de defender las normales rurales con los 10 mil estudiantes que actualmente conforman sus aulas, rescatar la figura del maestro rural con doble plaza que hacía un arraigo en la comunidad a donde era mandado a trabajar, rescatar las escuelas con una estrategia institucional y con calidad académica, además de crear un nuevo programa de jubilación.
Dijo que debemos repensar el pasado cuando México era el santuario de los refugiados, desde la Guerra Civil española hasta las dictaduras centro y sudamericanas que hicieron del País el campeón del asilo y lo llenó de intelectuales que le dieron un gran impulso al desarrollo de la educación.
Con esos argumentos debemos dejar de ser el país de la muerte y la desesperanza tanto de migrantes como de propios mexicanos que sufren las vejaciones de un gobierno cada vez más apegado al crimen organizado y viceversa.
“Ayotzinapa es un episodio terrible que deja ver la situación de las escuela normales rurales, que se tienen que reorganizar porque el pueblo necesita mejores profesores. Tenemos que ver a las normales rurales como el movimiento más importante de este País, como las generadoras de identidad nacional. Sus alumnos no son guerrilleros, algunos tienen coeficiente alto y otros no. La apuesta es cambiar al País, y el motor del cambio es la educación, muchas gracias”, finalizó.
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