lunes, 2 de febrero de 2015

El retraso a la verdad

Bernardo Padilla rebasa la esfera de competencia ante el brete de ingobernabilidad

Miguel ROJAS SALAZAR
 El XXI Ayuntamiento de Tijuana, empieza a mutilar líneas de libertad de expresión, sujeta a periodistas osados a una discriminación ética, impone a voces críticas contra su gobierno gansteril  una ley mordaza “bajo amenaza” quienes no tienen más que el artículo en su contra.

Los “alcaldes” del alcalde,  “fusilan” el 4º poder desde el poder político adquiriendo franquicias de medios de comunicación dóciles o inventados y agazapados en el anonimato bajo disfraz de funcionarios han aprovechado el enorme brete de ingobernabilidad del alcalde Jorge Astiazaran Orci, para convertirse en la “neo-inquisición judicial” dirigida por Bernardo Padilla Muñoz secretario de gobierno que opera las dependencias a  capricho personal sobre el propio alcalde.

El derecho a la información que debe ser garantizado por el Estado, en Baja California  como  precepto el artículo 6º constitucional ha sido rebasado como un artículo inexistente o bajo mofa indiscreta de quien vende ingobernabilidad a cambio de comprar silencio…

Un periodista local frente a un regidor del XXI Ayuntamiento fue amenazado verbalmente por Bernardo Padilla Muñoz, el motivo; Un editorial sobre la corrupción en el Municipio de Tijuana, un secreto a voces que la mayoría de periodistas sabe y conoce empero, que no distingue en sus páginas por haber adquirido compromisos con el alcalde o ser parte de la lista de cochupos del dinero sucio que ingresa a las arcas clandestinas y opera Jesús Velasco,  el secretario inventado, cuya labor es el espionaje chismografico y el pago a facturas de traición de prensa amarillista y bodrios que terminan en cestos del wc como mejor utilidad.

La libertad de expresión en Tijuana atenta contra un régimen antidemocrático, por ello el alcalde Jorge Astiazaran Orci está siendo rebasado por el secretario de su gobierno, es secuaz de las condiciones que imponen el grupo de funcionarios bajo las ordenes de Bernardo Padilla Muñoz su funcionario que de incómodo pasó a ser el verdugo que acosa al informante impunemente.

Lo peor de enfrentar a un valiente, es que el ignorante es más pendejo que ignorante, pues la ley en uso de ineficaces hombres del poder, hace que sea además de imparcial, no expedita y aplicable para unos, los adversarios y parcial, para sus amigos.

Habría que hacerle entender que la libertad de expresión es condición necesaria, -aunque insuficiente-  para que se pueda considerar que en un determinado país, estado o Municipio tiene plena democracia.

La constante en esta administración Municipal es la inversa de este legado, desde la intocabilidad como diputado primero Armando Reyes Ledesma, desplegó terrorismo  anónimo contra este autor al ventilar la vida privada impulcra, después la examante del gobernador Brenda Valenzuela Tortoledo, suplente a candidatura a una curul Federal, antes la amenaza de Javier Urbalejo Cinco ex alcalde de Tecate porque informamos en exclusiva sobre la adquisición de una residencia en Potrero california a su “affaire” hoy esposa tras divorciarse de la primera ex dama Denisse, hoy nos ocupa el gobierno gangsteril del Municipio de Tijuana, por destapar la cloaca, el siniestro complejo de una infraestructura al margen de la Ley, bajo el disfraz de inmaculados funcionarios.

En un arrebato de soberbia Bernardo Padilla Muñoz, de quien tenemos una investigación de la triangulación corrupta con el alcalde y la empresa licitada para obra de la calle segunda, en la que “infló”  presupuesto, creo “fantasmas” infraestructurales y apócrifas firmas, soslaya nuestro conspicuo quehacer, ordenando la clausura de un negocio propio, un mensaje abierto de su desliz como funcionario.    

  Desea con este atentado, del que presumimos no conoce el gobernador Municipal, La posibilidad de que todas la sociedad no influyan en las discusiones públicas aboliendo  uno de los bienes más preciados para una civilización, que  constituye el presupuesto necesario para la construcción de una "racionalidad discursiva" que convoque la generación de consensos y la toma de decisiones entre los componentes de los diversos grupos sociales.

Y en su doble fondo disfuncionalmente evita  que también constituya un cauce para la expresión de los disensos, que en la democracia son tan naturales  como los acuerdos.
La deliberación pública realizada en libertad es una de las características de los modernos regímenes democráticos, la libre discusión es un componente jurídico previo a la toma de una decisión que afecta a la colectividad, e inexcusable para su legitimación... y por consecuencia sin una discusión libre no es posible una realización cabal del Estado democrático.
 La libertad de expresión es lo que permite la creación de la opinión pública, esencial para darle contenido a varios principios del Estado constitucional, como lo son algunos derechos fundamentales desde  el derecho a la información, donde Tijuana ocupa el último lugar como referente de opacidad, el derecho de petición o los derechos en materia de participación política; la existencia de una opinión pública libre y robusta también es una condición para el funcionamiento de la democracia representativa.
Me niego a creer que el alcalde de Tijuana, Jorge Astiazarán Orci, cuyo padre de profesión contador, de ahí pasó a la función pública en Sonora, para convertir en emporio de la noticia sus 100 radiodifusoras una expansión monopólica, rece el padre nuestro del periodismo  en inglés o chino…
 Igual que condeno la clandestinidad en que se ha convertido el Municipio en Tijuana, que ha pasado a una metamorfosis tenebrosa donde la alcaldía es centro de negocios y procesadora de inventos de políticos, he de hacer del conocimiento público que  el Municipio es más de la sociedad y el pueblo que de los piratas  que  abordan cada 3 años una navegación entre mares de corrupción. Y que desde la libertad de expresión la voz crítica emerge sin ayuno de pobreza que limite nuestra necesidad de hablar con la verdad. No podemos ser utensilio que maquille la vergüenza del pueblo pisoteado por el cacique represor, el gobierno inquisidor de predios, persecutor de libertades y todavía se le retrate como héroes en los medios, se suba a escaparates su ego y su eterno vicio por aparecer “bello”…
Varios periodistas hemos sido amenazados, de acuerdo a la Ley, la amenaza es un delito, entonces señor alcalde cuide a sus delincuentes o tendrá cazadores de perros de rabia sobre su escritorio.
 Ya no deseamos más mártires del periodismo “el gato Félix”, por citar el más claro ejemplo de impunidad de un crimen, puede incubar psicopatía política desde la irracionalidad que es muestra en estos momentos en Tijuana, paradójicamente desde la célula social que es el Municipio. 
AL PIE DE LA LETRA…Mándese mudar a todo incompetente, mándese fusilar a todo traidor
 “El retraso a la verdad”, es la investigación que subestima lo privado…

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