Cero Grados.-La economía rosaritense logró cortar la mala racha en materia turística y de inversión que arrastró durante la última década, causado por el coctel de depresión económica estadounidense y el aumento en la delincuencia organizada en la región, situación que ya ha quedado atrás, como bien lo muestran indicadores del sector turístico y macroeconómico, apuntaron autoridades del ramo.
El incremento al 47 por ciento en promedio anual de ocupación hotelera, que superó a las primeras estimaciones oficiales que pronostican un alza cercana al 42 por ciento, constituye el mayor incremento registrado por el turismo rosaritense desde que en 2001 se registraron los mayores números, y una recuperación extraordinaria respecto a 2013, cuando se promedió un 29 por ciento anual.
Pero Playas de Rosarito no solo recuperó su economía nativa –el turismo y sus derivados-, también emprendió “un salto hacia adelante” con un exitoso programa de atracción de inversión industriales, tanto mayores como de pequeñas y medianas empresas.
“Nos pusimos como meta diversificar nuestra economía, y lo logramos”, apuntó el Alcalde Silvano Abarca Macklis al hablar sobre el panorama económico que vive Rosarito con el ímpetu de inversión privada, quien también destacó que “las inversiones extranjeras directas han empezado a llegar desde mediados del 2014 y están dándose en diversos sectores de la economía; eso es lo que nos hace pensar en la sustentabilidad y panorama de enorme crecimiento industrial que tiene Rosarito”.
Por su parte, Orlando Hernández Chávez, Director de Desarrollo Económico y Turístico, apuntó la importancia que ha tenido para este crecimiento la inversión sin precedentes en infraestructura carretera y de equipamiento urbano, pues “no solo es el Nodo Pemex o la renovación del bulevar Benito Juárez, también es el bulevar en construcción Real de Rosarito y proyectos próximos que crearán accesos y las circunstancias para que lleguen más inversiones millonarias”.
Durante los últimos tres años, se invirtieron mar de 150 millones de dólares de inversión extranjera y nacional, destacando la instalación de la planta armadora del conglomerado internacional Hyundai, o la empresa china Hisense, cuya inversión permitió conservar las instalaciones de la antigua fábrica Sharp y evitar la pérdida de más de 2 mil empleos.
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