Cero Grados.-El Comité de Ayuda Humanitaria hace un breve recuento
esta semana para poner en perspectiva los avances y las aportaciones de la
sociedad civil ante la crisis migratoria. Con la premisa de que es evidente que
sí hay una crisis, que los albergues no
pueden con la carga de necesidades y que son insuficientes en cuanto a espacio,
la realidad es clara: los migrantes siguen llegando.
Aún y cuando la intensidad de la realidad
migrante parece aumentar y recrudecerse todos
los días, también están todas aquellas acciones que demuestran que la ayuda es
posible y que la mejor forma de medirla
es con una escala humanitaria y de solidaridad. Paulina Olvera comenta: “Hemos sido testigos de la cantidad de
esfuerzos de la sociedad civil, pero aunque nos volquemos a los albergues todos
los días y hagamos nuestro mejor esfuerzo, se requiere un plan más allá del
voluntariado”.
A pesar de no poder satisfacer todas las demandas, que
cada día son más, Olvera menciona que las iniciativas ciudadanas van en
aumento, demostrando que la empatía supera nacionalidades y que la formas de
participar pueden ser muy variadas y
sorprendentes. Como ha sucedido con el grupo de estudiantes de CETYS
Universidad quienes como resultado de una convocatoria lanzada por profesores,
entregaron camas y colchonetas (hechas con material reciclado) al albergue Embajadores de Jesús, o las
visitas a los diferentes albergues por parte de grupos de diversa índole, como fue la presencia de jóvenes de toda la
república mexicana en el evento de Red VIRAL. Incluso la iniciativa independiente que tuvo una pareja de argentinos que viven en los
Ángeles que contactaron al Comité porque reunieron donaciones entre amistades
y además trajeron a un clown , y
realizaron dinámicas en un día de convivencia en uno de los albergues. Todo
eso pone
en evidencia los niveles de generosidad, además claro de los cientos de
voluntarios que todos los días colaboran” .
A eso se suma la entrega de alimentos al
Albergue "Embajadores de Jesús" con 400 migrantes originarios
de Haití, Brasil, Venezuela en donde recibieron desayuno por parte de jóvenes
de Cetys. También la entrega de 300 platillos que fueron donados por una
empresa de banquetes, que tuvo una cancelación de evento y la distribución de
cajas de verduras orgánicas por un mercado local. O la donación de ropa y
cobijas por parte de empleados de una empresa telefónica local así como el
acopio de víveres convocado por el
colectivo Telefónica Gastro Park, son campañas que se hacen en nichos pequeños
que el Comité ayuda a canalizar. También se deben considerar las actividades culturales y de integración que permiten un
respiro de la situación traumática por la que estas personas están pasando,
comenta Soraya Vázquez. “Por ejemplo estuvimos en el festival de cine migrante en cine Tonalá, a este
evento asistieron familias de migrantes, interesadas en en las proyecciones y en ser parte de la convivencia, además
hay también otras iniciativas novedosas,
por ejemplo la propuesta de la jornada
de trencitas en la Prepa Ibero. Son encuentros culturales y
generacionales. Esto nos motiva a
todos. O los recorridos organizados con el
grupo The Uhuru Movement y Espacio Migrante o con estudiantes de Xochicalco (Ensenada),
que se concretan en visitas a los albergues, con entrega de donativos y
convivencia, generando espacios interculturales y de integración”.
El Comité sigue trabajando en sus recorridos y
exhortando a la sociedad a que conozca
lo que sucede y a que en la medida de sus posibilidades los residentes de
Tijuana se suman e colaborar. Pero sobre todo haciendo un llamado urgente
y eco de las necesidades de los
albergues. “Vemos que cada día nuevos albergues abren sus puertas, como
pueden reciben a las personas que van llegado. Nada es suficiente, urge una
coordinación por parte del gobierno que se pongan al día, y que generen
información de forma permanente.
Nosotros intentamos llevar un control, pero nos damos cuenta de que la
realidad avanza más rápido y que hay albergues que nadie ha visitado, ni los
tienen registrados. De alguna forma es un alivio saber que hay puertas que se
siguen abriendo, pero también es
imperativo que el gobierno esté enterado de cuántos albergues son y de
lo que sucede dentro de las paredes de esos espacios. Hay una excelente
intención siguen siendo la mayoría Iglesias, pero es importante que exista un
registro confiable. Saber quiénes son en dónde están, si manejan censos, etc.
Ahora se está viendo lo prioritario pero es urgente homologar los procesos de
organización “, comenta Soraya Vázquez vocera del Comité.
Por poner un ejemplo hace un par de noches, en la
madrugada llegaron dos parejas con bebés de meses y una niña de 3 años. Los
albergues ya no pueden, no hay espacio y una persona que colabora en una
iglesia fue por ellos y les dio posada en su casa para que pasaran la noche.
Esta es una situación que nos rebasa. No olvidemos que los albergues están al
tope , se requieren víveres
(arroz, frijoles, café. azúcar, huevo, pollo etc.) ,cobijas y ropa de invierno.
Como Comité buscamos ser un enlace entre la
sociedad, el gobierno y los albergues, pero no cesamos en gestionar, llevar
donaciones, hacer recorridos, y vemos que una de las partes de esta triada no
está llevando a cabo el trabajo con el ritmo que se requiere. Estamos
trabajando 24 horas los 7 días a la semana, por decisión voluntaria y no por
buscar reconocimiento … pero vemos que quienes tienen la responsabilidad y el
presupuesto han manejado un perfil bajo que limita sus gestiones y que impacta
lentamente en la realidad, narra Paulina también del Comité.
En día recientes
Wilner Metelus/Fundador y Presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los
Naturalizados y Afro mexicanos ( CCDNAM) dejó
sobre la mesa no solo del Comité
sino del nuevo gobierno y de la ciudad de Tijuana, un pendiente latente que se traduce en la
necesidad de visibilizar a los albergues, que los sabemos emergentes y con
grandes capacidades pero también con fuertes necesidades. Al decir del Comité, pensar
en visibilizar , es
referirse a darles presencia formal, el
crédito por el gran trabajo que realizan para evitar el caos , pero también a
que tengan la atención que ameritan esos
más de 20 espacios que son la única
opción que encuentran los migrantes que llegan a Tijuana.
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