Expediente Político
Por.- Alfredo Calva
La traición a rosaritenses….
Bajo un doble discurso y moral, la titular del ejecutivo municipal en Playas de Rosarito, Mirna Rincón Vargas, gesta su traición a sus gobernados a través de la entrega de los permisos de uso de suelo y construcción a la empresa Aguas de Rosarito, quien pretende edificar el negocio más lucrativo en el que jamás haya asociado -de acuerdo a sus cercanos-, Francisco Vega de Lamadrid, una planta desaladora.
Y con ello, la primer edil colocará un eslabón más a la cadena de corrupción que en su administración ha sido lo sobresaliente, ya que cientos de familias avecindadas en esa área serán afectadas al tener de colindante una industria como le es una planta desaladora de esas características, se presume que será la más grande de latino América, que les generará serías contaminaciones auditivas y del medio ambiente.
Con las anuencias comprometidas por la edil con el gobernador para ser entregadas a la empresa Aguas de Rosarito, no le importará violentar la vocación de uso de suelo en la zona en la que se ubica el predio adquirido al ejido Mazatlán para la construcción de la planta desaladora, que es el de habitacional y comercial.
Es por eso, que la alcaldesa del quinto municipio busca hacer el cambio de vocación de uso de suelo de forma soterrada a través de una sucia maniobra a cargo del responsable del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), Raúl Aragón, y con ello evadir una sesión de cabildo exprofeso para el referido cambio, la cual la deterioraría su ya de por si, desgastada imagen y pésima fama ante la opinión pública.
El tiempo transcurre y la presión que el gobernador del estado está ejerciendo sobre ella es mayor, la exigencia es para que ya entregue los permisos de uso de suelo y construcción a Aguas de Rosarito y se realice la ceremonia de colocación de la primera piedra que marcará el inicio de una obra oprobiosa para la comunidad rosaritense, por el daño que causará a cientos de familias que padecerán los daños directos y al resto de los pobladores que sufrirán en sus bolsillos al pagar una obra sobrada por espacio de 37 años.
Desde su arribo al gobierno del estado, Francisco Vega de Lamadrid, traía en mente la realización de un gran negocio con la privatización de los organismos operadores del agua, en lo que se incluía las plantas desaladoras (la de Rosarito y las dos de Ensenada), para ello, tuvo que cambiar la Ley de Asociación Publico Privada, conocidas como (APPs), que se había elaborado en la XX legislatura del estado, para hacer los cambios que le permitieran llevar a efecto sus planes de expansión empresarial.
Entre los cambios sustanciales que necesitaba el gobernante inmobiliario que llevarán a cabo sus subordinados del poder legislativo, fue la inserción de un artículo que le permite a las empresas proponer obras que no han sido solicitadas por las dependencias, pero que, por considerar las empresas que son necesarias y se requieren, las presentan para su estudio y análisis, y si el organismo la aprueba, entra para su ejecución en el esquema de las APPS.
Y con base en esa inserción a la ley, las plantas desaladoras entran a formar parte de las obras aprobadas a realizarse a través del esquema de las APPs, porque no existían en ningún proyecto de los organismos operadores del agua, y en el caso de Rosarito, pretende el gobernador y sus socios, construir una planta desaladora de dos módulos, cada uno de ellos desalará 2.2 m3/seg, lo que representa el doble de lo que se requiere, de acuerdo a los propios datos del gobierno del estado, para cubrir las necesidades de agua de la zona metropolitana, Tecate, Tijuana y Rosarito, hasta el 2040.
Por lo que, los otros 2,2 m3/seg, serán los que irán directos al distrito de agua de Otay Mesa EU, un negocio que se hará con el dinero de los ciudadanos de los tres municipios, que hará feliz y muy ricos a los asociados, y que solo requiere que la alcaldesa Mirna Rincón Vargas, violente la vocación de uso de suelo del predio y traicione a los rosaritenses entregando las anuencias a Aguas de Rosarito.
Solo resta preguntarse, ¿sus gobernados se lo permitirán?.
Pronto lo sabremos.
Y mientras tanto….
La podredumbre es tal en el hankismo en el PRI, que solo les dio para imponer a Alejandro Arregui y a Juana Pérez Floriano, como candidatos al senado. ¡Pobre partido, tan lejos de los militantes con capacidad, y tan cercano a la fauna de Jorge Hank!.
Por.- Alfredo Calva
La traición a rosaritenses….
Bajo un doble discurso y moral, la titular del ejecutivo municipal en Playas de Rosarito, Mirna Rincón Vargas, gesta su traición a sus gobernados a través de la entrega de los permisos de uso de suelo y construcción a la empresa Aguas de Rosarito, quien pretende edificar el negocio más lucrativo en el que jamás haya asociado -de acuerdo a sus cercanos-, Francisco Vega de Lamadrid, una planta desaladora.
Y con ello, la primer edil colocará un eslabón más a la cadena de corrupción que en su administración ha sido lo sobresaliente, ya que cientos de familias avecindadas en esa área serán afectadas al tener de colindante una industria como le es una planta desaladora de esas características, se presume que será la más grande de latino América, que les generará serías contaminaciones auditivas y del medio ambiente.
Con las anuencias comprometidas por la edil con el gobernador para ser entregadas a la empresa Aguas de Rosarito, no le importará violentar la vocación de uso de suelo en la zona en la que se ubica el predio adquirido al ejido Mazatlán para la construcción de la planta desaladora, que es el de habitacional y comercial.
Es por eso, que la alcaldesa del quinto municipio busca hacer el cambio de vocación de uso de suelo de forma soterrada a través de una sucia maniobra a cargo del responsable del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), Raúl Aragón, y con ello evadir una sesión de cabildo exprofeso para el referido cambio, la cual la deterioraría su ya de por si, desgastada imagen y pésima fama ante la opinión pública.
El tiempo transcurre y la presión que el gobernador del estado está ejerciendo sobre ella es mayor, la exigencia es para que ya entregue los permisos de uso de suelo y construcción a Aguas de Rosarito y se realice la ceremonia de colocación de la primera piedra que marcará el inicio de una obra oprobiosa para la comunidad rosaritense, por el daño que causará a cientos de familias que padecerán los daños directos y al resto de los pobladores que sufrirán en sus bolsillos al pagar una obra sobrada por espacio de 37 años.
Desde su arribo al gobierno del estado, Francisco Vega de Lamadrid, traía en mente la realización de un gran negocio con la privatización de los organismos operadores del agua, en lo que se incluía las plantas desaladoras (la de Rosarito y las dos de Ensenada), para ello, tuvo que cambiar la Ley de Asociación Publico Privada, conocidas como (APPs), que se había elaborado en la XX legislatura del estado, para hacer los cambios que le permitieran llevar a efecto sus planes de expansión empresarial.
Entre los cambios sustanciales que necesitaba el gobernante inmobiliario que llevarán a cabo sus subordinados del poder legislativo, fue la inserción de un artículo que le permite a las empresas proponer obras que no han sido solicitadas por las dependencias, pero que, por considerar las empresas que son necesarias y se requieren, las presentan para su estudio y análisis, y si el organismo la aprueba, entra para su ejecución en el esquema de las APPS.
Y con base en esa inserción a la ley, las plantas desaladoras entran a formar parte de las obras aprobadas a realizarse a través del esquema de las APPs, porque no existían en ningún proyecto de los organismos operadores del agua, y en el caso de Rosarito, pretende el gobernador y sus socios, construir una planta desaladora de dos módulos, cada uno de ellos desalará 2.2 m3/seg, lo que representa el doble de lo que se requiere, de acuerdo a los propios datos del gobierno del estado, para cubrir las necesidades de agua de la zona metropolitana, Tecate, Tijuana y Rosarito, hasta el 2040.
Por lo que, los otros 2,2 m3/seg, serán los que irán directos al distrito de agua de Otay Mesa EU, un negocio que se hará con el dinero de los ciudadanos de los tres municipios, que hará feliz y muy ricos a los asociados, y que solo requiere que la alcaldesa Mirna Rincón Vargas, violente la vocación de uso de suelo del predio y traicione a los rosaritenses entregando las anuencias a Aguas de Rosarito.
Solo resta preguntarse, ¿sus gobernados se lo permitirán?.
Pronto lo sabremos.
Y mientras tanto….
La podredumbre es tal en el hankismo en el PRI, que solo les dio para imponer a Alejandro Arregui y a Juana Pérez Floriano, como candidatos al senado. ¡Pobre partido, tan lejos de los militantes con capacidad, y tan cercano a la fauna de Jorge Hank!.
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