domingo, 20 de mayo de 2018

Jueces acusados de corrupción

Confidencial Político

Por: Enrique Méndez Álvarez /
 Bibi Gutiérrez
De nuevo queda en entredicho
 la honorabilidad de jueces y magistrados 
en Baja California, esta ocasión 
reaparecen en el escenario público
 cuatro personajes en materia de 
impartición de justicia, sin embargo el
 asunto más grave es en el que se
 implica al Juez Segundo de lo Civil en
 Tijuana CARLOS ALBERTO FERRE
 ESPINOZA, individuo involucrado en
 una serie de escándalos, denuncias y
 quejas por corruptelas relacionadas
 con el desempeño de su función.
Este profesionista del derecho al servicio de los tribunales de la entidad y supuestamente comprometido a la impartición imparcial de la justicia, al igual que en otros procesos judiciales, incumple con lo que dicta su investidura y en una actitud corrupta, sirve al mejor postor.

                                  

Uno de los accionistas de empresas de corte nocturno en la Zona Norte de Tijuana DAMIÁN JIMÉNEZ ÁLVAREZ, acusa a través de su cuerpo jurídico que FERRE ESPINOZA, valiéndose de su posición ha ejercido una serie de maniobras para impedir que se le reconozca personalidad dentro del expediente 322/2018 radicado en el Juzgado Segundo de lo Civil.

Con documentación cierta y en poder del Notario 2 GABRIEL MORENO MAFUD, en la escritura número 200,813 del 11de octubre de 2017, se estipula que el denunciante es accionista en tres empresas, un hotel y dos bares, pero que con la complicidad del juzgador FERRE ESPINOZA, ahora JOSÉ GERARDO ÁLVAREZ JIMÉNEZ, pretende quedarse con la totalidad del capital de esos negocios.

                                  


Una de las empresas denominada ADTSA SA de CV, debe contar con dos de las tres firmas de los socios, para poder ejercer la administración financiera, pero con las determinaciones corruptas del Juez Segundo de lo Civil CARLOS ALBERTO FERRE, el socio JOSÉ GERARDO ÁLVAREZ JIMÉNEZ, ejerce ilegalmente una administración fraudulenta de las negociaciones en litigio.

Para JIMÉNEZ ÁLVAREZ, el meollo del asunto es que FERRE ESPINOZA, está aceptando en el juicio la personalidad jurídica de ÁLVAREZ JIMÉNEZ, aún y cuando a este se le destituyo revocándole poderes al inicio del cuarto trimestre del año pasado.

Esto se traduce sencillamente que a quien favorece el juez, carece de personalidad legal para ejercer cualquier tipo de acción jurídica en torno a los centros nocturnos y el hotel en mención.

Al juez FERRE, le acusan de actuar con dolo en el juicio a su cargo, pues tiene constancia documentada de que al socio ÁLVAREZ JIMÉNEZ, le fueron revocados los poderes sobre las empresas materia del juicio mercantil.

A sabiendas que JOSÉ GERARDO ÁLVAREZ JIMÉNEZ, perdió el derecho a la administración del Hotel Coahuila, La Valentina Bar y Adelita Bar, el juez FERRE ESPINOZA, sigue admitiéndole derechos legales al demandado.

                                       


En este delicado asunto en el que se mezclan fuerzas de poder político y financiero de Baja California, se menciona que tiene metida su influencia alguien de alta investidura en la coordinación del gabinete del gobernador FRANCISCO VEGA DE LA MADRID, hay que esperar a ver que resulta de este rumor.


OTRA FICHITA
En el marco de casos de corrupción en los juzgados civiles de Tijuana, sobresale NELSON ALONSO KIM SALAS, Juez Decimo Primero en materia Civil, a quien se acusa de manipulación ilícita de diversos procedimientos judiciales, en expedientes como el 1534/2017, 1535/2017 y 1536/2017.

También este juez civil, tiene sobre sí denuncias de imparcialidad y manejos turbios en el desempeño de su cargo, por lo que pudieran provenirle encima acusaciones ante el Consejo de la Judicatura que encabeza el magistrado presidente del Tribunal de Justicia del Estado, SALVADOR JUAN ORTÍZ MORALES.

UNA MÁS DE CAL
De veras que los escándalos en torno al Partido Judicial de Baja California, están como nunca a la orden del día, pues no hay que dejar por un lado que el Juez Segundo de lo Familiar en Tijuana GUSTAVO ADOLFO VILLARESPE, ha sido señalado de actitudes carentes de ética en el ejercicio de su cargo.

Situaciones que en verdad causan vergüenza para la mayoría de empleados y funcionarios del Tribunal de Justicia del Estado, sin embargo el cinismo de este juez, dista mucho del respeto a las leyes y la justicia.

Lo grave es que sobre el juez VILLARESPE, pesan dos resoluciones emitidas por integrantes del Poder Judicial Federal, tras incurrir en faltas a la ley, por esto esto en opinión expertos en derecho, el juzgador local tiene un pie en prisión, lo que en consecuencia le costaría de inmediato su separación del cargo.

Todo indica que los errores en los juicios, provienen de situaciones sentimentales que se le achacan al juez VILLARESPE, que por cierto presume ser intocable dada la protección que goza de un poderoso abogado que a su vez afirma tener control en los poderes, Judicial y Ejecutivo.

EL OTRO SOSPECHOSO
Mientras tanto el Juez Tercero de lo Penal en Tijuana FLAVIO HERRERA ROBLES, también está involucrado en otra acusación que a corto plazo le traerá consecuencia legales.

Se trata de un expediente en el que enchueco la ley y luego de ordenar el arresto de alguien, a los pocos días se contradice y ataca su propia resolución, esto le llevará al peor lío legal de su vida como juzgados, pues el asunto llegará ante el Poder Judicial Federal.

Según trasciende, FLAVIO HERRERA ROBLES, al que también se ha acusado de incurrir en actos de corrupción, recibió ordenes superiores de tergiversar la verdad jurídica del reciente asunto en el que se le implica como un servidor al servicio de quien mejor paga.

SIN DIENTES
La comunidad jurídica de Baja California, sabe perfectamente que el Consejo de la Judicatura, es un organismo prácticamente inservible, pues carece de facultades suficientes para aplicar escarmiento condenatorio a jueces, magistrados o funcionarios del Poder Judicial del Estado.

                                    

Otro cantar es el existente en el Poder Judicial de la Federación, en donde sí se castiga severamente a quienes son encontrados culpables de torcer los caminos de la ley.

Sin embargo, las denuncias públicas sirven para exhibir a los corruptos que haciéndose pasar por probos juzgadores, en realidad son unos pillos y vividores de sus cargos, mientras que a los honestos lo cesan, por negarse a acatar lo que les ordena la superioridad.

Tan…tan…

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