Para la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, la liberación de la segunda deuda más grande que tenía el Ayuntamiento de Tijuana fue un buen movimiento de la gestión de Arturo González Cruz.
Así lo expresó el Ing. Gabriel Valenzuela Moreno, presidente de la CMIC, delegación Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito, quien dijo que esta negociación del alcalde representa la formalidad y responsabilidad.
“No nos da gusto que tengamos que pagar una deuda que no nos corresponde y que creció por descuido de muchas administraciones, pero cabe destacar que el actual alcalde le hizo frente y, como se sabe, más vale un mal arreglo, que un buen pleito”, comentó.
Dicha deuda ascendía a 1,400 millones de pesos, más intereses, daños y perjuicios, debido a las cámaras que se instalaron en el año 2006 por la empresa Global Corporation Tijuana S.A. de C.V.
Sin embargo, tras las negociaciones que llevó a cabo el 23 Ayuntamiento de Tijuana se logró que la empresa firmara un documento donde renunció, en su perjuicio, al derecho del cobro del adeudo existente con el Ayuntamiento, así como a su demanda de restablecer las multas electrónicas.
“Esta deuda tiene un término programado para que no siga afectando la inversión aquí en la ciudad. Reconozco la audacia del alcalde, sin embargo, es algo que veníamos arrastrando y, en lo general, fue lo favorable para acabar con esa deuda”, refirió Gabriel Valenzuela.
El dirigente de la CMIC precisó que cuando algún gobierno requiere ejecutar algún proyecto, bien se puede realizar mediante las Asociaciones Público Privadas (APP´s), y así no adquirir deudas tan grandes.
“Se puede sacar una licitación de APP, que no representa una inversión tan grande, pienso que la mejor manera es a través de una licitación. Creo que necesitamos explorarlo”, concluyó.
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