En el taller se plantearon las barreras ideológicas, políticas, sociales y morales que se desarrollan en el trato hacia personas que viven con VIH y/o usuarias de drogas inyectables, para una mejora en la atención, señaló.
El uso de drogas debilita el sistema inmunológico, lo cual hace que las personas que las consumen sean más susceptibles, además esta problemática suele estar asociada a la falta de vivienda, el abuso del alcohol, el tabaquismo y el encarcelamiento, todo ello contribuye a aumentar el riesgo de contraer enfermedades como la tuberculosis.
López Cruz manifestó que regularmente, los consumidores de drogas inyectables comparten y reutilizan material como agujas y jeringas, lo que los expone, tanto a ellos como a otras personas, a un riesgo considerable de infección por el VIH y otros daños, entre ellos, la sobredosis y la muerte.
Declaró que el uso de esta vía de consumo demanda tener el mayor conocimiento para atender de manera eficaz, esta situación, que permita el abordaje de los usuarios de drogas inyectables, de ahí la importancia del taller.
Por último, recordó que la población en general puede recibir pláticas de orientación sobre este tema, e invitó a acercarse a las unidades de salud donde recibirán información y en su caso referirlos a un centro de rehabilitación y/o el Instituto de Psiquiatría del Estado de Baja California (IPEBC), de manera confidencial y voluntaria.
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