Explicó que, de acuerdo al Banco de México, la sociedad actual necesita más adiestramiento para tomar decisiones económico-financieras frente a un entorno complejo y cambiante. El universo de los servicios y productos financieros es tan amplio que presenta retos para cualquiera.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (CONDUSEF), la educación financiera ayuda a las personas a adquirir una serie de competencias o habilidades para administrar mejor sus recursos, incrementar y proteger su patrimonio a través del uso adecuado de los productos y servicios financieros.
Por ello, afirmó que la educación financiera tiene un valor fundamental y que aun siendo de gran relevancia, no juega un papel prioritario dentro de la preparación en la educación básica y media superior, por lo que, ante la ausencia de ello, los estudiantes desconocen el uso de los servicios financieros y su correcto funcionamiento, provocando un caos en sus finanzas personales.
Refirió que, según la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el 52.9% de la población en México no tiene relación alguna con instituciones financieras; 47.5% sólo dispone de ahorros informales; mientras que 44.9% no considera tener ingresos suficientes para adquirir productos financieros y el 21.5% nunca ahorra.
Esta información revela la importancia de ejecutar acciones y estrategias públicas y privadas, que promuevan mayores niveles de educación financiera, por lo que la intención legislativa es promover, infundir y fomentar mediante la enseñanza la cultura de la economía y las finanzas en términos personales.
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