Marco Antonio ISLAS PARRA
Miedoso natural, al grado de que cuando chamaco acumule cien tiros derechos; perdí noventa
y ocho, a uno me lo detuvieron varios “eficaces” compañeros de estudio y el pilón, sinceramente ya estaba tirado en el piso en calidad de semi desmayado de modo que solo llegue y le propine sagaz e intrépida patada con tan mal tino que tropecé y caí de boca….
Imaginen los unos cuantos lectores las consecuencias: el autor de este espacio siempre le tuvo miedo a los fantasmas, por lo cual evitaba salir de noche, de manera que lejos de ser temido era considerado tímido, pero en fin: en lo que busco la manera de ubicar el espíritu que de don Salvador Aguirre Sánchez tenia la encomienda de localizar para entrevista de ultra tumba, se me ocurre acostarme y en eso que veo como el techo de donde “cantoneo” se incendia, de modo que el cielo no tan estrellado se entreveía al centro de las llamas…
-Esta bien: síguele, de aquí no me muevo-, le dije retador a Dios en una de esas broncas cazadas que sostuve con el Creador, antes de que supiera que ante la Verdad ni requieres ponerte de acuerdo ni ir en contra. Simplemente, no puedes luchar contra EL y es mejor atenerse al propósito que el Ser Superior tiene para cada uno de sus seres escogidos que no se le escapan porque simplemente no.
“Valiente” el hombre, si es que a quien escribe se le puede considerar en la extensión y responsabilidad que simboliza el calificativo, que me despierto: una colilla “prendida” de de cigarro se soltó de mi mano derecha al trasladarme al espacio de los sueños y nada perezoso y mucho menos lento, brinco en un salto que resulto de doble full y que apago el “humo miado” que nomás no pintaba.
“Es por demás con tigo, mi estimado Dios: con lo mucho no me asustaste pero con lo poco vaya que me zurraste: incluso hasta contorsionista me hiciste para apagar el incendio… me salvaste”, le dije todavía resentido al ser Superior que te apoya para todo lo que emprendas….
Por si lo anterior es poco, seguía sin localizar al jefe, -como le decía en vida a Salvador Aguirre Sánchez- Chavoy, a ver como carajos lograría la entrevista aunque sea de sonada en el entendido de que para nada me interesaba verlo descarnado. Imagínese, si no poco se me considera sacaton, tierrita volada donde aparezca el dirigente cetemista en calidad de fantasma. Tomo la baica como si fuera toro, por los cuernos y cuando menos pensé ya estaba en el mausoleo donde Aguirre Sánchez comparte condominio con su hijo Martín, a quien correspondía ser candidato a presidente municipal pero quien por causa de adelantarse al viaje sin retorno con nuestra santa muerte eterna, virtualmente le heredo la responsabilidad al ya dos veces regidor Javier Robles Aguirre, sobrino y nieto del que les conté.
En el mausoleo del panteón de la colonia Ampliación Ejido Mazatlán que me tiendo a dormir con esperanza de toparme al viejo lobo que en vida se dio el lujo de poner a nombre de la Confederación de Trabajadores de México el titulo de propiedad del edificio cetemista en Tijuana, en cuyo recibo de impuesto predial aparecía el nombre de quien como diputado presento la iniciativa a favor de la municipalización de Playas de Rosarito.
Dos arreglos florales que hace cientos de miles de minutos pasaron a mejor vida y polvo por todos lados: cinco veladoras esparcidas como si hace tiempo alguien se haya acordado del jefe Chavoy, su fiel trique, Alfredo Amaro Mata es sospechoso de haberlas colocado y párele de contar. Ese era el escenario. Una voz, nada cavernosa aunque algo molesta, interrumpe mi convivio con Morfeo:
-Levántate Bufalito, no seas guevon-, me despierta a modo de saludo y limpiando una legaña verde que se escurría por mis ojos y ni pena me daba, lo vi. Virtualmente lleno de vida, vestido de guayabera y pantalón de vestir de color indeterminado, echando una bocanada de humo consecuencia de tremenda chupada s un "Benson And Hetces" dorados, lo primero que le dije fue:
“Regáleme un cigarro jefe”. “No te va a servir como a mi tampoco, los fumo para no perder estilo y la costumbre, pero la verdad es que de este lado del valle del silencio no sientes ni saboreas nada, aunque vez y escuchas todo, para vergüenza propia….
-A ver, -interrumpí-, ¿Por qué para vergüenza? Le aclare que a como diera lugar tenia que entrevistarlo para que opinara en torno al desempeño del gobierno que en Playas de Rosarito encabeza su nieto Javier Robles Aguirre, que supuestamente es asesorado por el tío, hijo del Chavoy, que en su “calidad” de director de Obras y Servicios Públicos representa una especie de orgullo descarado del nepotismo que ocurrió con la hermana Maira en Oficialia Mayor, hoy diputada federal.
-¿Qué quieres que te diga?-, pregunto.
-¿Lo que usted piense del desempeño del nieto en la presidencia municipal, del hijo en la dirección de Obras Publicas y de la nieta en la diputación federal?-, atine a responder pero le aclare que un ser de ultra tumba como lo era el y a quien en vida le tuve tanto respeto, era imposible entrevistarlo; en todo caso, lo que usted me diga vale como cierto.
“Apuntale bufalito, espero que hayas traído tu pluma porque la que yo uso sirve solo para que se vea bien en la bolsa de mi guayabera: de mi hijo Mauricio te puedo decir que ha mejorado de la ultima vez que en vida tuve oportunidad de tratarlo; de mis nietos, Mayra sigue demostrando ser la mas lista como buena mujer y del muchacho, Javier, le verdad, en parte no tiene la culpa de estar rodeado de puro adulador que a nada bueno lo va a llevar en cuanto a preservar las cosas buenas que por la tierra y su gente, debe de hacer uno, pero si es responsable de no intentar sacar la casta como buen político y de hacerle tanto al enza rapado misterioso. ¿Qué es eso que de lunes a viernes tenga que entrar por la parte trasera de la “Casa Municipal” cuando es el presidente municipal? Digo, con eso te digo todo y no digo mas nada mas porque no puedo llegar, sentarme en la silla principal de Palacio y arreglar los desarreglos del nieto al que le queda un ano y cachetada para corregir un rumbo que hasta hoy parece sin sentido.
(continuara).
Imaginen los unos cuantos lectores las consecuencias: el autor de este espacio siempre le tuvo miedo a los fantasmas, por lo cual evitaba salir de noche, de manera que lejos de ser temido era considerado tímido, pero en fin: en lo que busco la manera de ubicar el espíritu que de don Salvador Aguirre Sánchez tenia la encomienda de localizar para entrevista de ultra tumba, se me ocurre acostarme y en eso que veo como el techo de donde “cantoneo” se incendia, de modo que el cielo no tan estrellado se entreveía al centro de las llamas…
-Esta bien: síguele, de aquí no me muevo-, le dije retador a Dios en una de esas broncas cazadas que sostuve con el Creador, antes de que supiera que ante la Verdad ni requieres ponerte de acuerdo ni ir en contra. Simplemente, no puedes luchar contra EL y es mejor atenerse al propósito que el Ser Superior tiene para cada uno de sus seres escogidos que no se le escapan porque simplemente no.
“Valiente” el hombre, si es que a quien escribe se le puede considerar en la extensión y responsabilidad que simboliza el calificativo, que me despierto: una colilla “prendida” de de cigarro se soltó de mi mano derecha al trasladarme al espacio de los sueños y nada perezoso y mucho menos lento, brinco en un salto que resulto de doble full y que apago el “humo miado” que nomás no pintaba.
“Es por demás con tigo, mi estimado Dios: con lo mucho no me asustaste pero con lo poco vaya que me zurraste: incluso hasta contorsionista me hiciste para apagar el incendio… me salvaste”, le dije todavía resentido al ser Superior que te apoya para todo lo que emprendas….
Por si lo anterior es poco, seguía sin localizar al jefe, -como le decía en vida a Salvador Aguirre Sánchez- Chavoy, a ver como carajos lograría la entrevista aunque sea de sonada en el entendido de que para nada me interesaba verlo descarnado. Imagínese, si no poco se me considera sacaton, tierrita volada donde aparezca el dirigente cetemista en calidad de fantasma. Tomo la baica como si fuera toro, por los cuernos y cuando menos pensé ya estaba en el mausoleo donde Aguirre Sánchez comparte condominio con su hijo Martín, a quien correspondía ser candidato a presidente municipal pero quien por causa de adelantarse al viaje sin retorno con nuestra santa muerte eterna, virtualmente le heredo la responsabilidad al ya dos veces regidor Javier Robles Aguirre, sobrino y nieto del que les conté.
En el mausoleo del panteón de la colonia Ampliación Ejido Mazatlán que me tiendo a dormir con esperanza de toparme al viejo lobo que en vida se dio el lujo de poner a nombre de la Confederación de Trabajadores de México el titulo de propiedad del edificio cetemista en Tijuana, en cuyo recibo de impuesto predial aparecía el nombre de quien como diputado presento la iniciativa a favor de la municipalización de Playas de Rosarito.
Dos arreglos florales que hace cientos de miles de minutos pasaron a mejor vida y polvo por todos lados: cinco veladoras esparcidas como si hace tiempo alguien se haya acordado del jefe Chavoy, su fiel trique, Alfredo Amaro Mata es sospechoso de haberlas colocado y párele de contar. Ese era el escenario. Una voz, nada cavernosa aunque algo molesta, interrumpe mi convivio con Morfeo:
-Levántate Bufalito, no seas guevon-, me despierta a modo de saludo y limpiando una legaña verde que se escurría por mis ojos y ni pena me daba, lo vi. Virtualmente lleno de vida, vestido de guayabera y pantalón de vestir de color indeterminado, echando una bocanada de humo consecuencia de tremenda chupada s un "Benson And Hetces" dorados, lo primero que le dije fue:
“Regáleme un cigarro jefe”. “No te va a servir como a mi tampoco, los fumo para no perder estilo y la costumbre, pero la verdad es que de este lado del valle del silencio no sientes ni saboreas nada, aunque vez y escuchas todo, para vergüenza propia….
-A ver, -interrumpí-, ¿Por qué para vergüenza? Le aclare que a como diera lugar tenia que entrevistarlo para que opinara en torno al desempeño del gobierno que en Playas de Rosarito encabeza su nieto Javier Robles Aguirre, que supuestamente es asesorado por el tío, hijo del Chavoy, que en su “calidad” de director de Obras y Servicios Públicos representa una especie de orgullo descarado del nepotismo que ocurrió con la hermana Maira en Oficialia Mayor, hoy diputada federal.
-¿Qué quieres que te diga?-, pregunto.
-¿Lo que usted piense del desempeño del nieto en la presidencia municipal, del hijo en la dirección de Obras Publicas y de la nieta en la diputación federal?-, atine a responder pero le aclare que un ser de ultra tumba como lo era el y a quien en vida le tuve tanto respeto, era imposible entrevistarlo; en todo caso, lo que usted me diga vale como cierto.
“Apuntale bufalito, espero que hayas traído tu pluma porque la que yo uso sirve solo para que se vea bien en la bolsa de mi guayabera: de mi hijo Mauricio te puedo decir que ha mejorado de la ultima vez que en vida tuve oportunidad de tratarlo; de mis nietos, Mayra sigue demostrando ser la mas lista como buena mujer y del muchacho, Javier, le verdad, en parte no tiene la culpa de estar rodeado de puro adulador que a nada bueno lo va a llevar en cuanto a preservar las cosas buenas que por la tierra y su gente, debe de hacer uno, pero si es responsable de no intentar sacar la casta como buen político y de hacerle tanto al enza rapado misterioso. ¿Qué es eso que de lunes a viernes tenga que entrar por la parte trasera de la “Casa Municipal” cuando es el presidente municipal? Digo, con eso te digo todo y no digo mas nada mas porque no puedo llegar, sentarme en la silla principal de Palacio y arreglar los desarreglos del nieto al que le queda un ano y cachetada para corregir un rumbo que hasta hoy parece sin sentido.
(continuara).
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