En su huida, los delincuentes hicieron disparos contra otros asistentes a la fiesta e hirieron a tres; las víctimas fueron auxiliadas por sus familiares y en la caja de una camioneta tipo Pick Up los trasladaban hacia Santa Clara de Cobre para que recibieran atención médica.
En el trayecto de Cungo a Santa Clara, un ambulancia de Protección Civil con paramédicos, interceptó a la Pick Up para auxiliar a los heridos, pero justo cuando hacían el cambio de la camioneta al vehículo oficial, hombres armados llegaron para rematar a los lesionados.
Los habitantes de comunidades rurales se organizaron y fueron hasta la casa del director de Seguridad Pública de Salvador Escalante y a la comandancia de la Policía Municipal y se llevaron a cuatro policías y a dos hijos del funcionario, a quienes mantienen retenidos a la entrada de un sitio conocido como Parahuén y amenazan con lincharlos, presuntamente por que son cómplices de los autores del cuádruple crimen, confirmaron a Excélsior fuentes de la Procuraduría Estatal.
El director de Seguridad Pública municipal, Lázaro Enzastiga Ríos y dos paramédicos, son resguardados por elementos del Ejercito Mexicano y Policía Federal ante el temor por la posibilidad de que sean también retenidos por los comuneros.
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