Este sábado, Miguel Barbosa, de la corriente perredista de Nueva Izquierda (NI), también conocida como de Los Chuchos, fijó una postura distante de los legisladores Ricardo Cantú y Ricardo Monreal, del Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC), respectivamente, quienes dejaron clara su negativa a firmar el llamado “Pacto por México”.
Senador plurinominal, Barbosa arrancó criticando la ausencia de Peña Nieto para escuchar los posicionamientos de las fuerzas políticas expresadas en el Congreso de la Unión, así como por el cerco policiaco-militar en torno al Palacio Legislativo de San Lázaro, y la represión de las protestas sociales en la toma de protesta del priista mexiquense.
Obligado a reconocer a Andrés Manuel López Obrador, Barbosa sostuvo la urgencia de “un verdadero acuerdo nacional para la reconciliación”, y que la agenda que lo conforme no puede estar definida por un hombre o un partido.
El senador hizo breves referencias al gobierno del panista Felipe Calderón, quien llegó al poder –aseguró– como “resultado del fraude electoral”, y heredó a Peña Nieto “el país de la desigualdad y violencia”, con una numeralia incuantificable de muertos, desaparecidos y desplazados.
De la elección del pasado 1 de julio, Barbosa sostuvo que Peña Nieto fue asumido como candidato de los “poderes fácticos” desde años de antelación, lo que provocó condiciones de inequidad y vulneración de la “normatividad aplicable, y los resultados oficiales y la declaración de validez de la elección siguen cuestionados por millones de mexicanos”.
Consideró como signos negativos la aprobación de la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT), pactada entre el gobierno saliente de Calderón y el entrante de Peña, así como la negativa del priista a aceptar “controles mínimos” en su propuesta de “concentración de atribuciones en la Secretaría de Gobernación en materia de seguridad pública y seguridad nacional”.
Luego de hacer mención a los casos de Monex y Soriana, Barbosa aseguró que bajo tales condiciones Peña Niego asume al poder con “un descomunal déficit de legitimidad”, y de ahí la urgencia de llevar a cabo dos reformas básicas: de regulación de recursos y el acceso a medios de comunicación.
“Que el uso de dinero ilícito público o privado o de procedencia ilícita no se utilice en campañas electorales, así como la urgencia de reformas que permitan el acceso real y equitativo de los competidores electorales a toda actividad informativa. Sin ambas reformas, el Estado democrático será inalcanzable”, advirtió el perredista.
Al apuntar que ningún partido político tiene mayoría en el Congreso de la Unión, Barbosa Huerta reconoció que los legisladores del PRD asumieron sus cargos por el voto de 16 millones de ciudadanos que respaldaron las candidaturas del Movimiento Progresista, encabezadas por Andrés Manuel López Obrador.
Ya sin el político tabasqueño en las filas del PRD, el senador Barbosa sostuvo que el partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas tiene una “firme convicción de la institucionalidad republicana y el respeto a las leyes”, y ofrece a Peña Nieto ser “una oposición firme y responsable”.
En tono conciliatorio, Barbosa habló de la disposición del PRD a participar en un “diálogo para la integración de una agenda nacional”, cuyas prioridades “no pueden definirse desde un partido o un poder”.
Se requiere, insistió, “de un verdadero acuerdo nacional que permita la reconciliación de mexicanos y mexicanas con las instituciones del Estado, e identifique las grandes tareas como país, que sume a la sociedad a estos esfuerzos y que incida positivamente a estos esfuerzos en el bienestar de todas y todos”.
Barbosa, quien recibió silbatinas y abucheos para que terminara su largo y retórico discurso, definió la “nueva cara” del PRD en los próximos años.
“El PRD dedicará todos sus esfuerzos para convertirse en una alternativa socialmente útil y abierta a sociedad, un partido que haga propuestas y que sea promotor del diálogo de la discusión seria y responsable, de la construcción de acuerdos con todas las fuerzas políticas con el gobierno y, sobre todo, con la sociedad”.
También buscará ser “promotor de la unidad de las izquierdas y de las fuerzas progresistas y pondrá al ciudadano como centro de nuestra acción política”, ofreció el senador.
Fuente: Proceso
No hay comentarios:
Publicar un comentario