lunes, 23 de febrero de 2015

Expediente Político

Por.- Alfredo Calva
Oceguera y Parra en capilla....



Aunque tratan de aparentar un distanciamiento, Manuel Oceguera y José Luis Parra, al interior del sindicato de burócratas en Tijuana, con el objeto de distraer y disuadir  la presión y atención sobre ellos, a fin de que sus compañeros no los expulsen de la directiva sindical, no logran su objetivo y cada día que pasa los empleados sindicalizados exigen con mayor fervor su salida.



Manuel Oceguera, desde su arribo como Secretario General del sindicato de burócratas, mostró y demostró que su lucha para llegar al cargo no tenía como fin principal corregir las anomalías cometidas por su antecesor, Martín Plasencia, por el contrario, las mejoro e incremento, corrupción, prepotencia, omisión, indolencia y tráfico de influencias en su haber, supera y por mucho lo realizado por Martin Plasencia.


Por lo que respecta a José Luís Parra, quién ya probó las mieles de la corrupción que dan la conducción de los destinos del ente sindical, ha, es y por lo que se vislumbra, continuará siendo el Patiño de las trapacerías de Oceguera, por beneficio personal, actualmente se encuentra encapsulado en un problema judicial por abuso sexual, que por cierto ha intentado revertir incentivando a la psicóloga de servicios periciales den las PGJE de nombre, Karla Lizet Aguayo, para que emita su dictamen en contra de la afectada, y con ello evitar que su denuncia vaya a parar a un juzgado penal.


Estos funestos personajes en la vida sindical de los burócratas tienen los días contados, pese a sus artimañas no podrán evadir la asamblea que llevará a efecto la dirigencia estatal a cargo de la 'amiga' de Manuel Oceguera, Victoria Bentley, quién tras la recepción de las miles de quejas en contra del oscuro dirigente, efectuarán en los próximos días y en la que rodarán las cabezas de Manuel Oceguera y su Patiño, José Luis Parra.


No hay líder que dure cien años,  ni sindicato que lo aguante....

 Ganan los lixiviados del PAN.....


No podía ser de otra forma, los verdaderos panistas de cepa, aquellos que aún creen en la ideología del fundador de su partido, Manuel Gómez Morín, no tuvieron las mismas armas que el aparato oficialista y gubernamental, la nómina, para inclinar la balanza en favor de quienes no representaban los intereses de grupo, sino las teorías políticas de Acción Nacional.


Es por ello que, personajes como Jorge Ramos, Teodoro Barraza, María Luisa Sánchez, Gina Cruz y Max García, lograron salir avante, por el momento hacemos de lado a la boxeadora Jackie Nava, de quien aún desconocemos si en realidad aceptó la invitación panista por el interés de ayuda a su comunidad, o solo es un acto de mercadeo político entre ella y el grupo en el gobierno del estado, porque la compra de dignidades políticas fue el factor determinante de sus victorias, aunque estuvieran solos en la contienda.


La elección de Max García es un ejemplo claro de lo anterior, al Chris López del PAN, no lo soportan, los insultos en las papeletas para sufragar así lo evidencian, muchos de sus copartidarios a través del anonimato encontraron el  camino para manifestar su frustración  e inconformidad con el grupo que manipuló a través del poder de la nómina, la dignidad partidaria de la mayoría.


De Jorge Ramos, ni para qué hablar, resulta ocioso, y jocosa su queja sobre los ataques a su honorabilidad, y la pregunta que surge de inmediato es, ¿alguna vez ha tenido probidad?, la honorabilidad no se adquiere con dinero, así que, si los panistas cooptados o no por la nómina lo seleccionaron como su candidato, confiemos en que los ciudadanos residentes del IV distrito electoral, no lo voten como su diputado federal.


Habrá mejores opciones….

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